La compañía japonesa sufre las consecuencias de lanzar títulos con el contenido justo para salir a la venta.

La octava generación no ha sido de Nintendo en ningún sentido. En las pasadas generaciones, la compañía japonesa no contó con muchos títulos third party pero aún así podía mantenerse muy bien a flote, este año la situación se ha agravado hasta sus límites con Wii U y Nintendo 3DS, aunque esta última no lo ha sufrido realmente.

Ante estas circunstancias, la compañía se ha visto obligada a sacar adelante sus dos consolas con el desarrollo de títulos menores que puedan complementar el catálogo de los grandes títulos, a pesar de que estos lleguen con el mínimo contenido posible. Esta nueva idea, que por cierto es bien mala lamento decirlo, ha mostrado finalmente sus consecuencias negativas.

A pesar de lanzamientos de la calidad de Splatoon, The Legend of Zelda: Majora’s Mask 3D y Super Mario Maker, muchos de los títulos de Nintendo han recibido calificaciones realmente más bajas de lo normal, lo que ha provocado que este 2015 se convierta en el año en el que la compañía ha recibido peores puntuaciones de los últimos diez años.

Hay que señalar además que los últimos lanzamientos han sido los principales causantes de esta situación: tanto Mario Tennis Ultra Smash, Chibi-Robo!: Zip Lash y Animal Crossing: Happy Home Designer han recibido notas muy mediocres, entre ellos destaca el Animal Crossing: amiibo Festival que trae consigo una media de 4…

A estas alturas del año, sólo nos quedan Xenoblade Chronicles X y Mario & Luigi: Paper Jam Bros. para salvar 2015. ¿Obtendrá Nintendo los resultados esperados?