La película de Kizumonogatari se encuentra situada cronológicamente con la primera adaptación de la franquicia Monogatari y es dividida en tres partes. En ella nos muestran el origen de la serie de eventos que ocurren durante el resto de la serie. SHAFT se ha encargado, de nuevo, en ser el estudio de animación responsable de esta película y, como sabía que ya han pasado muchos años desde su anuncio. Está claro que no podían quedarnos mal con la calidad de la adaptación.
En esta película el estudio se ha encargado en impregnar ese “toque” único que caracteriza la saga de Monogatari. Aún mejor de muchas maneras. Para ello han utilizado fondos con tecnología 3D y dibujando los personajes como se hacía tradicionalmente, logrando una animación totalmente innovadora y excelente. Todo esto gracias a la luz y la perspectiva de las escenas.
Para los que seguimos la serie o las novelas puede que no se nos haga nueva en su totalidad porque ya hay detalles que nos muestran más adelante en la serie. Aunque la película avance un poco más lento de lo esperado, algunas escenas lo recompensan totalmente, aún cuando ya sabemos lo que pasa, y esto es debido a su animación, banda sonora y giros argumentales que calzan a la perfección.
Si bien la saga de Monogatari siempre se ha destacado por esos diálogos tan bien elaborados y fondos detallados, en esta película lo más destacable es su animación. Aunque igual sigue conservando ese estilo único que lo caracteriza del resto de animes.
Si te interesa ver esta serie y quisieras comenzar por esta película, puedes hacerlo tranquilamente, ya que es el comienzo de todo y no te dará spoilers. Eso sí, probablemente no logres entender mucho. Aún así, puedes ver lo que te ofrece la serie y animarte a comenzarla.
Por Emanuel Valenciano