Acierto.com analiza cuál es la póliza qué le convendría más a algunos de los personajes más emblemáticos de Stan Lee.
Hace tan solo unas jornadas decíamos adiós a Stan Lee, el padre de los superhéroes de Marvel que consiguió hacerse un hueco en los corazones de cientos de aficionados de la mano de personajes tan emblemáticos como Thor, Lobezno, Spiderman, Hulk y otros muchos. Y precisamente por eso el comparador de seguros Acierto.com ha querido rendirle homenaje a su creador preguntándose por algo que atañe de forma directa a su seguridad: ¿qué póliza necesitaría cada uno de ellos para protegerse? ¿Les pondrían pegas las aseguradoras?
Un seguro para cada superhéroe
A La Cosa, por ejemplo -igual que a Jessica Jones-, le convendría contratar una buena póliza de hogar. Y es que la responsabilidad civil de la mayoría de ellas únicamente se hace cargo de los daños acaecidos a terceros, pero no de los propios. Un seguro a Todo Riesgo Accidental sería lo más conveniente. Ahora bien, cabe comentar que el daño tendría que estar causado de forma fortuita por accidente. Los hay con franquicia pero también sin franquicia, este último el más adecuado para el héroe.
También le resultaría interesante contratar una cobertura de defensa jurídica si, por ejemplo, invita a la Antorcha Humana a casa y esta le causa un perjuicio del que luego no quiere saber nada. En todo caso, la mayoría de pólizas de hogar contemplan la cobertura de incendios. Eso sí, lo hacen de distinta manera (puede que, por ejemplo, no se haga cargo de los daños en el contenido). El servicio de manitas tampoco le vendría mal, una prestación que suele enmarcarse en los multirriesgo y que permite solicitar este servicio. En total le costaría en torno a los 700 euros al año, casi 600 euros más que una póliza más sencilla y con menos coberturas.
Si fuera a visitarle Thor y atrayera algún rayo, podría estar relativamente tranquilo, pues la mayoría de seguros de hogar se hacen cargo de los daños atmosféricos -siempre que se encuentren dentro de los baremos de la compañía, habitualmente contrastados con la estación meteorológia de la zona-, eso sí, hasta los límites indicados en las condiciones particulares de la póliza.
Si seguimos con los seguros de hogar, Iron Man debería contratar uno específico para viviendas de lujo que asegurara su mansión. Tendría que declarar específicamente el valor en joyas, obras de arte, contar con caja fuerte, y acordarse de encender la alarma cada vez que cerrase la puerta (si declaras alarma en el seguro pero no la tienes conectada, puede que no te cubran en caso de robo). La diferencia respecto de las pólizas al uso es que suelen incluir coberturas destinadas a proteger estos objetos de alto valor, hurto del servicio doméstico, protección de materiales de construcción de alto valor, etcétera. No estaría de más consultar las cláusulas que atañen al daños en electrodomésticos y aparatos electrónicos si, por ejemplo, se produce una sobrecarga eléctrica. Además es probable que la compañía excluyera los trajes, pues su valor es incalculable.
El caso de Cíclope y su súper visión merece especial atención. Lo mejor para este superhéroe sería asegurar esta parte de su cuerpo o bien optar por un seguro de salud con cobertura oftalmológica que se encargara de sus revisiones, determinadas cirugías y enfermedades. Sanitas, por ejemplo, tiene uno que incluye hasta la lente intraocular. También podría contratar la cobertura de Óptica para recibir el reembolso de todo el material óptico que necesite. En total le costaría alrededor de 70 euros. A Loki no le vendría mal un seguro de salud con acceso a un amplio cuadro de psiquiatras (uno de los que menos límites tiene es el de Adeslas, que ronda los 50 euros), y la Viuda Negra agradecería otro que le permitiese someterse a tratamientos de fertilidad. El que probablemente tuviera más complicado contratar una póliza de salud es el Capitán América, pues la mayoría de aseguradoras establecen como límite los 65 años para hacerlo.
¿Y qué pasa con Spiderman y Lobezno? Para empezar, les iría bien asegurar sus manos, pues de ellas depende directamente su “éxito” como superhéroes. A este primero le convendría contratar también un seguro de vida que indemnizara a Mary Jane en caso de fallecimiento. Solo podría hacerlo cuando cumpliera los 18 años, y le costaría entorno a los 230 si valoramos que es periodista y «escala». Este tipo de pólizas, para aquellos que no tienen riesgos añadidos, cuestan unos 120 euros.
Lobezno, además, tendría que pagar hasta cuatro veces más que una mascota al uso por un seguro a su medida, pues estamos hablando de un humano, pero también de una bestia potencialmente peligrosa, de más de veinte kilos de peso y que probablemente tendría un recargo de al menos un 125% por elevada siniestralidad. Además, este seguro está obligado por ley y necesitaría asistencia veterinaria por si, por ejemplo, no le salen las garras. Le costaría más de 400 euros al año.
Un perfil de riesgo
En definitiva y a pesar de que el fin común de estos superhéroes es proteger a la humanidad, lo cierto es que lo tendrían un poco complicado a la hora de contratar un seguro (o bien tendrían que abonar una cuantía sustanciosa por suscribir uno). El motivo es que, para la aseguradora, constituyen un perfil más arriesgado y, por lo tanto, también potencialmente más caro -se exponen más y tiene más probabilidades de sufrir un percance y de utilizar los servicios de la póliza que otros usuarios-.
Sin embargo, cabe comentar que el suyo no es un caso único, sino que existen algunos trabajos cuyos profesionales tampoco lo tienen fácil de cara a hacerse con determinados seguros. Tal es así, que existen sobreprimas para personas con profesiones de alto riesgo. Con esta denominación nos estamos refiriendo a puestos en los que el trabajador pone en peligro su vida o integridad física. Por ejemplo, los policías, corresponsales de guerra, trapecistas, pilotos de vuelo, y bomberos -auténticos superhéroes de la vida real-.
En todo caso conviene mirar las condiciones, pues estas pueden variar mucho en función de la aseguradora, que puede establecer límites diversos como el tipo de fallecimiento, u otras situaciones como la Invalidez Permanente Absoluta o similares. Además, si el contrato expira antes, no corresponde indemnización alguna. Tampoco incluye el suicidio, la muerte voluntaria provocada por uno de los beneficiarios o aquella que ha tenido lugar fruto de una imprudencia. No obstante, además de la profesión del asegurado, hay otros factores que influyen en la prima como el capital que se va a asegurar. Cuanto mayor sea, más cara será también la póliza.