Es cuestión cultural, y eso está comprobado.

Imaginamos que conoces el Proyecto de Ley 19613: «LEY QUE REGULA LA COMERCIALIZACIÓN DE LOS JUGUETES BÉLICOS, VIDEOJUEGOS CON CONTENIDO BÉLICO, MILITAR O DE VIOLENCIA, EL EMPLEO DE LENGUAJE MILITAR, RANGOS, DISTINTIVOS, NOMENCLATURAS Y SÍMBOLOS MILITARES, VENTA Y COMERCIALIZACIÓN DE ROPA O INDUMENTARIA MILITAR».

¿Un poco grande el nombre no? Esa es la nueva propuesta de la Comisión de Asuntos económicos de la Asamblea Legislativa y que pretende entre otras cosas, la regular la comercialización de videojuegios bélicos o que inciten a la violencia de los menores de edad.

Propuesta por el señor diputado Gonzalo Ramírez, el proyecto avanza en sus negociaciones para convertirse en ley. Pero, fuera de las implicaciones que tiene y los enormes problema de redacción de los mismos ya que su enfoque no va sólo a los menores de edad, sino que se involucra incluso con los rangos de la policía; la ley no deja claro si la venta de «videojuegos bélicos» como ahí se denomina va sólo enfocada a los niños o a los más grandes. O ambos, ¿por qué no? No queda claro en realidad a que se refieren y eso ha provocado un gran revuelo mediático con algunos medios tradicionales apoyando la iniciativa y los usuarios en redes sociales opinando.

Primero, te invito a leer la ley mencionada, son sólo 10 páginas donde más que algo concreto lo que podemos leer es algo de odio y resentimiento, pero no sabemos exactamente a qué.

En fin, ya hemos escrito anteriormente en Revista Yume varios artículos y publicado estudios científicos internacionales donde se demuestran varias cosas importantes: los videojuegos más bien ayudan a despertar áreas del cerebro, ayudan a mejorar la inteligencia, son una excelente forma de socialización y educación, e incluso tienen los mismos efectos que hacer deporte (ni qué hablar de los eSports que ya son un trabajo e incluso una oportunidad de estudio). Aunque la comunidad internacional está dividida en opiniones, no hay un estudio que demuestre la relación directa de la violencia con jugar videojuegos; se ha demostrado o ligado un poco lo que es la falta de atención, pero respecto a la violencia podríamos pasar horas de horas leyendo estudios realizados y no llegaremos a ligar ni una ni la otra.

«Después de leer el proyecto de ley, me surgieron dudas sobre el conocimiento de los autores en cuanto a la industria de videojuegos, pues el contenido parece indicar que estos individuos creen que todo videojuego está dirigido a niños y esto es totalmente falso. Estudios recientes a nivel mundial [1] indican que la edad promedio de un gamer (jugador de videojuegos) es de 31 años, motivo por el cual en la industria los videojuegos tienen varios géneros y están dirigidos a distintos mercados y edades»; aseveró Alejandro Mostajo, CEO & Founder de Amsgames

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Entonces, ¿qué ocurre por aquí? Además de intereses de por medio de algunos grupos, hay cierto desconocimiento de cómo están las cosas afuera y peor aún, tenemos un grave problema cultural. ¿Por qué cultural? Simple de responder. Tenemos varios sistemas de clasificación de videojuegos aceptados internacionalmente que básicamente, como su nombre lo dice, clasifican los videojuegos según la edad recomendada en que deben ser consumidos.

Pero el problema es que los tenemos y NO LOS USAMOS. Al menos por estos lados, ya que he trabajado con personas de Inglaterra y España, y más que un sistema de clasificación, PEGI (el sistema de clasificación Europeo) es como una ley para ellos. Tanto así, que hasta los padres respetan ese sistema y no le compran a sus hijos videojuegos que están fuera de sus edades. En Estados Unidos y Canadá ocurre lo mismo con ESRB, el sistema es casi una ley ya que lo respetan al pie de la letra y no verás a un comerciante vendiéndole un juego «indebido» a un niño o un padre dándole a su hijo juegos que no debería jugar. Entonces, ¿si lo tenemos por qué no lo usamos?

Insistiré en el problema raíz, es cuestión cultural y eso ha llevado a que leyes, o proyectos en realidad, de este tipo se comiencen a propagar en algunas reuniones y sigamos viendo como religiones, grupos con poder político o medios de comunicación intenten mover a las masas con la vieja historia de que los videojuegos son malos o que los niños no deberían jugar «X videojuego». Lo único a favor del caso es que un padre de familia al comprarle una consola o un videojuego a un niño debe informarse primero sobre las regulaciones vigentes y también las tablitas de salud que incluyen.

Los videojuegos desde siempre han tenido su clasificación ya que como obras de arte y material de entretenimiento, tampoco podemos dejar que sean consumidas a la libre. Eso de hecho lo demostró muy claro CaNu Arts durante el Connecturday 4 en la presentación de su nuevo juego Lithium: Inmate 39, cuando solicitaron a todo el público retirar del lugar a todos los menores de 17 años ya que su juego no es apto para dicha audiencia. Es un acto que aplaudo y que de hecho puede ayudar a evitar muchos problemas futuros, como este proyecto de ley; fue un acto responsable de su parte y es algo que no se cumple en muchas ocasiones.

«Después de leer la iniciativa sobre los juegos violentos, encuentro que es un intento casi del siglo XV de evitar algo de manera burda, en vez de enseñar a la población sobre dicho concepto. Ya se ha demostrado de múltiples maneras de que los videojuegos no crean o forman gente peligrosa, lo que crea a una persona en un terror caminando es el ambiente donde se mueve. Si vive en la miseria, lleno de injusticia y rabia, eso es lo que crea humanos capaces de llegar a un nivel extremo de como deshacerse de los problemas«; envió su comentario Jorge Farah, editor de GamerVIP Chile

¿Cuántos padres de familia no he visto enojarse con un comerciante en una tienda porque no le vende el Call of Duty o el Bloodborne a su hijo? No es por nada, pero creo que no leen que claramente en la portada de ambos dice M – For Mature, recomendado para edades de 17 años para arriba y es una irresponsabilidad darle ese juego. O peor aún, ¿cuántos comerciantes no hemos visto que venden a la libre un GTA V a un niño con tal de hacer la venta? Es muy normal, yo lo viví cuando era niño; recuerdo ir a comprar esos juegos de PlayStation One al vídeo (copias en ese tiempo) e incluso le vendían a uno «juegos» de Mansión Playboy sin restricción alguna. Y todavía se vive este tipo de libertinaje.

Hemos tenido un gran problema estos años al no educar a la población al respecto, pero no es sólo culpa nuestra sino también la de un país donde las leyes están pensadas para hace 50 años, donde no había siquiera Internet y los «delitos informáticos» eran inexistentes. Entonces, la tecnología avanzó, la cultura en el mundo se movió y nuestra ley no puede siquiera reconocer Facebook, Twitter y ni qué hablarle de servicios de mensajería… Nos quedamos atrás, la ley se quedó atrás y por esa razón comienzan a salir a la luz este tipo de proyectos que en vez de mejorar el país, lo que hacen es perder el tiempo y no dedicarlo a cuestiones que realmente merecen atención.

Podríamos ahorrarle a los diputados tanta discusión para que se preocupen por los problemas reales del país con tan sólo explicarles un poco qué es ESRB. De hecho, me parece más efectivo educar a las personas sobre los sistemas de clasificación y que puedan aprender a respetarlos; al fin y al cabo eso hicieron en países desarrollados y les funcionó. No vas a ver en USA a un comerciante vendiéndole los juegos a un menor de edad cuando la clasificación dice que no puede; sabe que lo pueden denunciar y que ahí si le caerá fuerte el peso de la ley.

Entonces, ¿qué sentido tiene prohibir sin fundamento los videojuegos? Leer esta ley me recordó tanto al meme de «¡Qué alguien piense en los niños!»; y en el mal sentido, porque definitivamente los diputados que apoyan el proyecto no tienen idea alguna de lo que redactaron o proponen. Los videojuegos no son el problema y eso ya se ha demostrado por medio de estudios, tenemos televisión basura en canales nacionales, narco-novelas, programas que no le dejan nada bueno a la audiencia y la farándula tica que a veces deja demasiado que desear… ¿Y en serio creen que el problema son los videojuegos?

¿Han sacado estadísticas REALES de cuántos niños juegan videojuegos en Costa Rica? ¿De cuántos tienen una consola o una PC para jugar en su casa? ¿De cuántos de ellos realmente juegan a este tipo de juegos? Lamento decirles señores diputados que apoyan este proyecto que están cegados por sus creencias, ya que sin estudios previos, sin estadísticas que lo respalden y sin un verdadero plan de acción no van a lograr nada bueno. Por el contrario, están perjudicando a quienes no estamos haciendo nada malo.

Esta ley quiere hasta dejar a la policía sin nada. Hay un punto tan ridículo donde básicamente quieren que combatan el crimen con los puños ya que los rangos «militares», la ropa militar, y las armas son «malvadas y pueden afectar a los niños». El problema no son ninguna de esas cosas, el problema es la cultura y bien lo habló John Romero, co-creador de DOOM recientemente al afirmar que ése era el problema, y cito la traducción de sus palabras:

“Creo que los juegos son cultura y la violencia que vemos en el mundo va más allá de los juegos. Se juegan videojuegos en multitud de países. Canadá, Alemania, Japón, Inglaterra, Irlanda… Todos son consumidores tradicionales de juegos, aún así no vemos brotes de violencia en estos países. No es el juego, es el arma. No es el PC, es la cultura. No es el jugador.”

¿Quedó claro? Me parece que sí. El problema está en la cultura, absorbemos violencia de otros medios y los videojuegos no son ni representativos en ello. Pensando que hay jugadores a nivel mundial que usan los videojuegos como una forma de adquirir una beca universitaria y así poder tener oportunidades, o los típicos Cafés Internet de la actualidad, justo en Paraíso de Cartago hay uno bastante interesante donde veo a los colegiales (desde sétimoss hasta los más grandes de quinto año) ir tranquilamente a reunirse y jugar unas cuantas partidas de League of Legends, World of WarCraft, Heroes of the Storm y recientemente de Overwatch… Si eso es violencia, creo que más bien están matando una forma de socializar que existe actualmente, las cosas no son como hace 20 o 30 años señores diputados, a ustedes también les falta leer más y llenarse de cultura.

«En Game-Con nuestro objetivo luego de lograr beneficiar a los niños, es implantar cultura sobre los videojuegos de que pueden ser utilizados para un bien mayor. Al imponer una ley como esta, estamos dando un paso atrás totalmente, porque la gente seguirá pensando que esto es sólo negativo, cuando no lo es. […] Pasar una ley como esta trascenderá a empresas desarrolladoras fuera de nuestras fronteras, lo cual implicará una traba mayor para poder realizar eventos de calidad para las personas. El apoyo de empresas como Blizzard, Riot Games, Nintendo, Microsoft y Sony, entre otras se verá disminuido por este tipo de leyes que no tienen ni pies ni cabeza»; afirmó Mauricio Guzmán (c.c. Mau Cr), director de Marketing y Social Media de Game-Con Costa Rica

Este proyecto es nefasto para todos, no tiene sentido alguno prohibir algo que no le hace daño a nadie y que más bien ahora es un medio de socialización y afectaría una industria de desarrollo de videojuegos en crecimiento, a los productores de eventos geek o hasta a los cosplayers. Estoy de acuerdo en comenzar a aplicar ESRB en el país, algo que desde siempre se debió haber hecho y nadie hace; pero de aquí a prohibir la venta de videojuegos bélicos estamos ante una violación a la libertad y a los derechos del consumidor. Eso, y muchas más cosas como un abuso al sentido común o a nuestros impuestos, porque estamos pagando bastantes impuestos para que ellos estén sentados en el plenario descubriendo el agua tibia y no corrigiendo otros problemas graves que tiene Costa Rica.

Señores diputados, por favor preocúpense por lo que en serio está afectando al país. Si están ahí por el bien común, por lo menos piensen en que hay asesinatos a diario, accidentes en carreteras, pobreza extrema, falta de apoyo a los productores nacionales, tráfico de drogas, televisión basura y medios amarillistas no controlados, corrupción en el Gobierno… Y ustedes lo que quieren es afectar a una industria de desarrolladores de videojuegos y entretenimiento que está apoyada por PROCOMER y por el CAMTIC y han comenzando a crecer y a recibir apoyo, aportando su granito de arena a la economía del país y llegando a exportar su trabajo a grandes potencias.

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Aquí el punto no es «¡Qué alguien piense en los niños!»; sino que alguien piense en el país, en la industria y en las consecuencias negativas que este proyecto va a tener para todos.

Por favor, firma esta petición para detener el avance de este proyecto de ley y únete al movimiento. Los medios especializados en Gaming y cultura Geek del país nos oponemos rotundamente a este proyecto.