Festival Matsuri 2015 repite una fórmula que intenta surgir en Costa Rica.
Bajo un intenso sol mañanero, tuvimos la oportunidad de cubrir otro evento con énfasis a la cultura japonesa. Con sede en el Estadio Nacional, el Matsuri organizado por Imperio Anime invitó a todo amante del Anime y manga que quisiera llegar.
Un evento un poco vacío el sábado y con mucha más asistencia el domingo pese a las críticas por las entradas dio inicio, con invitados de gran talla y reconocimiento. Este festival me pareció bastante ordenando, con bastante Staff encargado de los sectores del estadio y 2 tarimas para garantizarle la comodidad a todos los asistentes. Incluso con miembros de la Embajada del Japón disponiendo de su tiempo para crear trazos japoneses con el nombre que solicitaran. Incluso tuvimos el tiempo de poder jugar a atrapar peces además de otras actividades enfocadas en la cultura japonesa.
Con stands bien colocados pero aun así generando los tumultos de gente típicos de cualquier convención, noté bastante variedad. Los cosplayers se hicieron presentes desde el inicio del evento, con muchísima tendencia e series como Tokyo Ghoul, SAO, Fairy Tail, entre otras. Las presentaciones en tarima me parecieron excelentes, ademas de que se transmitían a través de las pantallas del estadio por lo cual todos tenían una vista clara de lo que sucedía en el escenario. Cosplays realmente increíbles como Groot interpretado por Alex Phillips llamaron la atención por su increíble, detallado y complicado vestuario.
Quizá un poco mas de asistencia hubiera dado mejor impresión del evento, pero esto dio a entender que el Estadio Nacional puede acoger toda clase de eventos con toda la comodidad y seriedad del caso. Quizá lo único que me molestó fue el gran costo de ciertas comidas, esto incluso molestó a los asistentes pero continúo con mi fiel idea de que trasladar de sede al Estadio Nacional un evento de esa magnitud, traerá grandes resultados si saben organizarlo. Ahora, solo queda esperar el Kamen que fue anunciado durante el evento mediante unas regalías que entregaban al público.
Por Felipe Vargas