Al principio existía sólo Internet, que nació a finales de los años 60, en el contexto de la guerra fría para establecer una red de comunicación segura para transferir datos, y que cambió nuestras vidas para siempre: la forma en que nos comunicamos, compramos y hacemos negocios.
Ahora aparece un nuevo ingrediente a esta gran autopista que es Internet, la Inteligencia Artificial (IA). Y ¿cómo se alimentan el Internet y la IA? Con Datos. Según Eartheweb, cada día se crean 3.5 trillones de bytes de datos. Sólo algunos ejemplos, Zoom tiene 350 millones de participantes en reuniones diarias; Skype completa 3 mil millones de minutos por día; más de 5 mil millones de videos y de fotos se comparten por Snapchat y cerca de 333 mil millones de correos electrónicos se envían al día en el mundo.
Todo esto son datos que se comparten y se transmiten por Internet que hoy son utilizados por la IA para pensar lo más similar posible al ser humano.
Esta reflexión surge ahora con motivo del Día Internacional del Internet, que se celebra cada 17 de mayo, para analizar cómo la convergencia de la red, la nube y los datos generan un aprendizaje y una experiencia que hoy llamamos Inteligencia Artificial. Es decir que entre más datos compartimos por la web, más aprende la IA y mejor responde a tareas, a la automatización de procesos y a la agilidad en las comunicaciones.
Para puntualizar, la IA aprovecha la potencia de la nube para entrenar modelos de aprendizaje automático y ejecutar aplicaciones con inteligencia artificial. Además, la nube proporciona un entorno seguro y escalable que la IA necesita para prosperar.
Es importante añadir que hoy en internet hay 5.350 millones de usuarios. El estudio de We Are Social de 2024 revela que los hábitos de consumo de la red en el mundo se siguen afianzando con la aparición de nuevas aplicaciones, plataformas en la nube y dispositivos móviles que hacen que cada vez las personas pasen más tiempo conectadas a Internet compartiendo millones de datos. En el 2013 el promedio de tiempo que los internautas empleaban para navegar en la red de redes era de 6 horas y 09 minutos. En 2024, el promedio es de 6 horas 40 minutos. Van aumentando los minutos en la web.
Ahora la pregunta es ¿cómo todo esto impulsa la transformación digital de las organizaciones?
Surge la IA Generativa. Los sistemas de IA generativa, que aprenden de patrones extraídos de Internet y de conjuntos de datos privados para ayudar a los usuarios a obtener nuevos conocimientos, están desencadenado una oleada de desarrollo y una carrera por la potencia informática para entrenar y ejecutar grandes modelos de lenguaje que generen contenido, nuevos conocimientos, diagnósticos para distintas industrias como la medicina, análisis de mercado, textos e imágenes y código.
La transformación digital no sucede solo por tener las herramientas tecnológicas a disposición, sucede cuando la tecnología se une con una alta y apropiada adopción, la IA Generativa al usar lenguaje natural reduce las brechas y genera inclusión tecnológica lo cual permite que la transformación ocurra de manera acelerada.
Al respecto, explica Alfonso López, Gerente de Oracle Centroamérica, “es precisamente en este contexto, el de la información, que la Inteligencia Artificial puede convertirse en una habilitadora para los negocios. Desde análisis de datos en tiempo real hasta aplicaciones empresariales impulsadas por IA, esta tecnología permite automatizar procesos, optimizar el rendimiento en todas las áreas como las de finanzas, recursos humanos, cadena de suministro y ventas y, especialmente, para mejorar la toma de decisiones inteligentes”.
Las empresas que aprovechan la IA generativa podrán obtener grandes beneficios. La IA generativa podría aumentar el PIB mundial en un 7 %, o casi 7 billones de dólares, durante la próxima década al aumentar la productividad de los oficinistas, acelerar el descubrimiento de medicamentos y agilizar el desarrollo de software, según Goldman Sachs. La consultora McKinsey & Co. estima que la IA generativa y las tecnologías relacionadas podrían suponer 4,4 billones de dólares al PIB mundial, ya que la mitad del trabajo actual en áreas como ventas, marketing, codificación e I+D se automatizará entre 2030 y 2060.
Como resultado, si Internet ha hecho posible el desarrollo de la nube, la nube se ha posicionado como una herramienta indispensable para la gestión empresarial. El acceso remoto a datos y recursos ha permitido una mayor productividad y eficiencia en las organizaciones, lo que se traduce en una ventaja competitiva en el mercado.
En los próximos años, se espera que estas tecnologías sigan creciendo y evolucionando. La IA se volverá cada vez más sofisticada y la nube se volverá más accesible y asequible. Esto conducirá a una mayor integración entre estas dos tecnologías, y a la aparición de nuevas oportunidades para las empresas y organizaciones. Indudablemente, Internet ha hecho posible esto y, sin duda, nuevas tecnologías vendrán en el futuro.
Según la última encuesta del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP), de la Universidad de Costa Rica (UCR), más de la mitad de los costarricenses ha empleado la inteligencia artificial (IA) en algún momento y uno de cada ocho de ellos dice hacerlo varias veces cada día.
Además, un 65% de la población ha recibido información sobre ese conjunto de herramientas tecnológicas modernas que podría cambiar el mundo en su productividad y en su flanco social, aunque sólo un 25% de la muestra total dice que conoce mucho.
Este estudio demuestra que “la disponibilidad y el acceso a Internet de las personas están estrechamente relacionados con el reconocimiento que las personas tienen de la inteligencia artificial, pues quienes carecen de conectividad reportan alto desconocimiento de la inteligencia artificial (79% dice que no sabe nada). En cambio, es 29% de quienes siempre tienen internet a la mano los que dicen saber “nada” sobre IA, pese a que herramientas de ese tipo se utilizan cada vez más incluso entre estudiantes de escuelas y colegios.
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