Ahora que la realidad virtual nos está invadiendo inevitablemente, es de suma importancia ponerle atención a un aspecto de esta tecnología, que a la larga puede tener sus consecuencia; hablamos de su efecto en los juegos de terror. Y es que la realidad virtual sumerge al jugador a un punto tal, que lo hace sentir verdaderamente en el juego, y sí, esto suena positivo, pero explotar esta ventaja en un juego de terror tal vez no sea lo mejor.

Justamente sobre este tema, se ha referido Alex Schwartz, CEO de GI.biz, durante la GDC 2016, donde ha catalogado de “peligrosa” a la realidad virtual para los juegos del género de terror, pues hay un efecto que estos causan; el “jumpscare”, un susto que causa reacciones involuntarias, como saltos y gritos. Ya hemos visto este tipo de efectos en algunos juegos, más recientemente en P.T, la demo del cancelado Silent Hills; ahora imagínense eso llevado a la realidad virtual.

Y no solo el señor Schwartz ve este potencial peligro, pues Scott Stephan, diseñador de WEVR, también ha opinado al respecto, mostrando una preocupación parecida:

«La realidad virtual transmite las escalas muy bien. He encontrado este tipo de experiencias de terror como algo que necesita ser calibrado. Si ves una película de terror, en una pantalla, te evades. No transmite miedo, y sabes que estás ahí por diversión. Los desarrolladores tienen la responsabilidad de crear una experiencia de realidad virtual que en cierta manera sea capaz de mitigar esos jumpscares con algunos avisos para el usuario»

De hecho Scott Stephan añade que en el proyecto que tienen ahora, una entrega de terror, han puesto una pequeña regla: no crear ninguna criatura más grande que un perro pequeño, justo pare evitar este tipo de reacciones.

¿Ustedes que piensan? ¿Será conveniente llevar el género de terror a su máximo potencial con la realidad virtual?