The Legend of Zelda: Breath of the Wild es un título maravilloso y no deja de sorprendernos, tanto así que en las primeras horas de juego hay un Easter Egg a la vista de todos y que nadie encontró.
Los primeros cuatro santuarios que encontramos al explorar Hyrule rinden homenaje al poder de la Trifuerza. Los monjes que encontramos al final de cada uno tienen sus manos de una forma que combinados, hacen referencia al objeto más poderoso de este mundo.
La postura de los monjes representa cada sección de la Trifuerza, aunque otros usuarios comentan que son mudras, o «gestos simbólicos o rituales». Este es uno de los incontables Easter Eggs de Zelda: Breath of the Wild que hacen referencia a elementos de la serie u otras partes del juego.