La corte federal de Australia le impuso una multa a Valve por un monto apróximado de 2.2 millones de dólares por violar la ley de protección al consumidor al no ofrecer reembolsos entre 2011 y 2014.
El problema se dió en 2011 cuando Steam inició operaciones en Australia, pero al parecer Valve no buscó asesoría legal para asegurarse de cumplir con las leyes locales y es por eso que el juez James Edelman multó a la compañía:
“Valve tenía una cultura formada por una visión sin consejo legal australiano en la que no estaba sujeto a la ley australiana, y estaba dispuesto a seguir comerciando con consumidores australianos sin esa asesoría”.