Si bien el hardware siempre es relevante, las continuas exigencias de software mueven la barrera de lo mínimo exigido. De esta forma los 4GB y luego 8GB recomendados, son ahora 16GB, en el caso de Windows 10.
Todo evoluciona, y así como año a año se ven adelantos de hardware con mayores prestaciones, equipos más robustos y mucho más espacio de almacenamiento integrado en nuevos computadores, un aspecto fundamental para sacar la tarea adelante es la memoria RAM.
Cuando en 2017 se lanzó mundialmente Windows 10, los requisitos mínimos incluían 1GB o 2GB, dependiendo de si el sistema operativo era en versión 32 o 64 bits, y por supuesto del tipo de tareas que se pretende ejecutar[i]. Las actualizaciones posteriores indicaban que el requisito mínimo era de 4GB, pensando por ejemplo en realizar labores de teletrabajo, reuniones virtuales y ejecución de múltiples archivos, hasta que hoy, en que dada la creciente movilidad de archivos entre el sistema local y la nube, y la constante carga de navegadores cada vez más pesados, todo apunta a que el nuevo estándar es de 16GB.
José Luis Fernández, Technology Manager Spanish South America de Kingston Technology, explica que “a medida que los softwares van evolucionando, con los computadores y sus procesadores, la memoria RAM también lo hace. Hoy por ejemplo ya disponemos de módulos de 32GB de RAM incluso para notebooks en un solo módulo, o sea muchos notebooks en el mercado con dos slots de memoria pueden tener 64GB de RAM”.
“Hemos notado un cambio importante con la pandemia y con este auge del teletrabajo y estudio en casa ha habido un incremento en la demanda de performance. Lo que recomendamos desde Kingston es que el nuevo estándar se ha mudado a 16GB, ya que es muy habitual el uso de Zoom y Chrome con varias pestañas abiertas, por ejemplo, superando los 8GB y en un computador configurado con esta capacidad se va a notar una caída de performance precisamente por esa falta de memoria, teniendo entonces que apoyarse en el disco rígido y si es mecánico, hace que el computador se vuelva extremadamente lento. El estándar para este año es 16GB y es lo que la mayoría de las empresas están adaptando y lo que Kingston recomienda. 8GB queda para una configuración muy básica”, agrega el ejecutivo.
Independiente de lo anterior y si por algún motivo debemos someter a nuestro equipo a pruebas más exigentes que las inicialmente proyectadas, siempre estará la opción de ir midiendo el rendimiento e identificando las aplicaciones y programas que más recursos de memoria consumen en los procesos.
En el caso de Windows 10 la detección es sumamente simple, y se logra haciendo clic derecho sobre la barra de inicio, seleccionando el Administrador de Tareas y en Procesos, priorizando por Memoria, para ver claramente cuáles son las aplicaciones que más consumen. Algo muy frecuente es que sea el navegador el primero en esta lista, y existen formas de reducir su tamaño y consumo, como por ejemplo limpiando cookies, archivos temporales de navegación e historial de navegación.
Si por algún motivo el nivel de tareas al cual es sometido el sistema sigue haciendo que éste se vuelva insuficiente, dependiendo del tipo de hardware existe la opción de hacer un upgrade de memoria RAM.
Hay que considerar que en general el absoluto mínimo en RAM es 8GB y este será suficiente para hacer funcionar las tareas básicas como software de trabajo, correo electrónico, internet y descarga de contenido. La cantidad requerida va a variar según el tipo de usuario. Si eres de los que usa el PC para multitareas propias del teletrabajo y buscas lograr que tu equipo no se vuelva lento cuando abres diversas aplicaciones, Kingston te recomienda que ésta tenga idealmente 16GB en la memoria RAM para así cargar todas las aplicaciones e incrementar el desempeño, porque minimiza el acceso al disco y hace que todo corra más fluido. Ahora bien, si eres un gamer asiduo o utilizas programas complejos de edición, como los diseñadores gráficos, pues entonces deberás optar idealmente por 32GB como mínimo y si quieres estar aún mejor preparado por 64GB.
Una memoria de última generación y con la capacidad adecuada a las exigencias puede convertir el viejo computador en el mejor compañero de trabajo y juegos en tiempos de pandemia.