Octubre es reconocido mundialmente como el mes de sensibilización sobre el cáncer de mama en humanos, pero pocos saben que esta enfermedad también afecta a las mascotas. De hecho, el cáncer de mama es uno de los tumores más comunes en perras y gatas, especialmente en aquellas que no han sido esterilizadas o que lo fueron de forma tardía.
Según la Sociedad Veterinaria de Oncología Quirúrgica (VSSO), los cánceres mamarios representan el 42% de todos los tumores diagnosticados en perras, mientras que en las gatas el 85% al 90% de los casos son malignos. “Las perritas y gatitas también pueden sufrir cáncer de mama, y su riesgo es incluso mayor que el de las mujeres. La buena noticia es que con prevención y detección temprana podemos evitar que esta enfermedad avance”, explica la doctora Manuela Mora, directora médica de la Clínica de Oncología y Radioterapia Veterinaria, CORV.
El riesgo de desarrollar tumores mamarios varía según la edad, la raza y, sobre todo, la esterilización. Las perras esterilizadas antes de su primer celo tienen solo 0,5% de riesgo de padecer cáncer de mama; si se realiza después del primer celo, el riesgo sube al 8%, y si se posterga hasta después del segundo, aumenta al 26%. En cambio, en gatas esterilizadas antes de los seis meses el riesgo se reduce al 9%, mientras que en aquellas esterilizadas después del año puede llegar hasta el 14%, de acuerdo con el Colegio Americano de Cirujanos Veterinarios.
“La esterilización temprana es una medida de prevención poderosa. No solo evita gestaciones no deseadas o problemas hormonales, sino que puede reducir casi por completo el riesgo de cáncer de mama en nuestras mascotas”, añadió la especialista.
El cáncer mamario en animales suele detectarse por la aparición de uno o varios bultos en la zona abdominal o inguinal. Aunque la mayoría de los casos se diagnostican en hembras, los machos también pueden desarrollar cáncer de mama, al igual que los hombres. Si bien es poco frecuente, los tumores mamarios en machos tienden a ser más agresivos y a diagnosticarse en etapas más avanzadas.
De acuerdo con estudios veterinarios, las razas con mayor predisposición son el Poodle, Cocker Spaniel, Pastor Alemán, Yorkshire Terrier, Setter Inglés y Pointer, entre otras. Los síntomas más comunes incluyen la presencia de masas, inflamación en las glándulas mamarias, secreción o úlceras en la piel del abdomen.
CORV recomienda realizar revisiones periódicas en el hogar, palpando suavemente la zona de las mamas, y acudir al veterinario ante cualquier cambio o bulto. “Así como cuidamos nuestra salud con chequeos regulares, debemos hacerlo también por nuestras mascotas. Ellas dependen de nosotros para detectar a tiempo cualquier signo de enfermedad”, concluye la doctora Mora.
El cáncer de mama en animales es prevenible en gran medida. Este mes rosa, CORV recuerda que la detección temprana también salva vidas peludas.
