Recordando un clásico que armaba guerras en sus tiempos.
Es curioso como un juego tan sencillo y además corto pueda generar tanto de que hablar. A ver si me explico:
Cada vez que leo/escucho ese nombre en conversaciones con quienes lo conocen se desata una discusión a muerte de si es una joya o una porquería, y lo peor es que desde mi punto de vista ambos lados tienen su razón.
Antes de comenzar a describir la guerra campal que causa este título, les contaré como fue que conocí el dichoso juego.
Corrían la gloriosa segunda mitad de los años 90’s, y la guerra de consolas había llegado a otro nivel: cada una de las marcas líderes en videojuegos (NINTENDO, SEGA y PLAYSTATION) se defendían ferozmente con las exclusivas que tenían para engancharnos. Mi ventaja o desventaja (aún no estoy seguro) era que para esas fecha la única consola que tenía era mi clon de Famicon, entonces frecuentaba las salas de videojuegos en las que gozaba de los títulos más recientes por tan solo 200 colones la hora.
Ya para principios del 2000, con joyas de esa generación a la talla de Final Fantasy 7, 8, 9, Resident Evil, Zelda Ocarina of Time, Sonic Aventure, etc… empieza a volverse famoso un tal “Pepsiman”. A la hora de probarlo lo sentí cómico y divertido, siendo esa una generación que comenzó a complicarnos la vida a los jugadores con tramas complicadas, y horas de búsqueda exhaustiva (malditas puertas cerradas que te obligaban a devolverte todo el nivel solo por una llave). Inconscientemente me atrapó con su sencillez tipo arcade, esa mecánica simple y divertida que poco a poco se comenzaba a opacar entre tanto juego de en ese tiempo, nueva generación en resumen. Era entonces un pequeño volver a las raíces, y de mi parte puedo decir que soy de los que amo este título.
Ahora bien, mi intención es dejar en revote el tema para que ustedes mismos digan si aman u odian el juego en cuestión. Así que expondré brevemente los puntos de vista que conozco por parte de los dos bandos:
Amor: el juego es meramente japonés, y presenta una cómica parodia del hombre americano promedio.
Odio: juego idiota y sin sentido, ni siquiera se dignaron a ponerle rostro al personaje y se nota a secas que es solo un truco publicitario. De hecho está escrito que se creó para comercializar el producto en Japón.
Amor: pues sí que fue parte de una campaña de mercadeo, pero su sencillo control y gameplay no deja de ser un reto divertido.
Odio: ja! Muy divertido un juego sobre rieles que casi se limita a saltar en momentos determinados ¿Cómo podría gustarle algo tan simplón a la gente? (Este comentario fue mucho antes de que los celulares pudieran correr juegos)
Amor: Precisamente esa es su gracia, un buen juego es el que divierte y…
Odio: ¡YA YA EL JUEGO ES UNA PORQUERIA MAL LOGRADA Y SIN FUNDAMENTOS! NI SIQUERA EN JAPÓN LES GUSTO POR LO MEDIOCRE!
Amor: pero…
Odio: MEDIOCREEEEEE!
Amor: pero…
Odio: ÑEÑEÑEÑEÑE MEDIOCRE ÑEÑEÑEÑEÑEÑEÑEÑE! ¡MEDIOCRE Y PUNTO!
Amor: …
Sea como sea, Pepsiman es para mí un juego que se deja querer según los gustos del usuario. También creo que nació en el momento menos apropiado, puesto que los títulos tipo arcade cada vez eran menos atractivos, y la Play Store de Android estaba a años luz de invadir los teléfonos móviles.
En conclusión, los invito a jugar este polémico título, indiferentemente si lo conoces o no. Es más, a los que en su momento lo rechazaron, denle una vueltita una vez más ¿quién quita que tengan sentimientos encontrados?