La expectativa que generó el PlayStation 4 Pro, al igual que el apenas visto en conferencia Nintendo Switch, me hizo recordar lo que fue para nosotros las entregas más esperadas de los vídeojuegos del año 2000 para atrás, y entre más recordaba más veía cuan diferente es la escena del videojuego actual.
Para bien o para mal el hobby evolucionó, y a tan sólo un par de décadas ya podemos comparar el antes y el después al mejor estilo de los viejos cascarrabias contra los jóvenes rebeldes y sus «malditos pantalones de moda».
Entonces, ya que los metí en el tema, ¿qué tal si recordamos un poco de lo que fueron los tiempos de las revistas y la información que viajaba de boca en boca? Comencemos con la intensidad que causaba ir mes a mes (o más según la revista) a comprar la revista de turno en la que leíamos sobre novedades y rumores de este entretenimiento. Simplemente no se puede expresar la emoción de llegar a los estantes y encontrar “la nueva” con la portada de una consola o juego que uno esperaba con ansias.
Estas dichosas revistas eran, para variar, un parte aguas entre los fans de las distintas compañías consoleras, lo que decía una revista enfocada en X compañía era muy diferente a lo de su rival, y a partir de esa santa palabra era que se generaban las peleas que en muchos casos eran con bases por mucho dudosas. Así que no era nada raro que al pasar los años nos toparamos en San Google la verdad del tema que en algún momento, ya fuera un amigo (en ese momento enemigo) o uno mismo se defendió erróneamente, ya quedaba en nosotros mismos si odiábamos o nos reíamos de la realidad.
La otra manera de actualizarse era, como dije antes, el “de boca en boca”. Con este la cosa no mejoraba, porque a como uno escuchaba que tal Fatality se hacia de tal forma, y funcionaba, también se escuchaba información por muchísimo dudosa e incluso absurda, como lo fue un chico que en una sala de juegos a la que yo iba me dijo que, en Mario World, si acomulabamos muchas flores de fuego podíamos acceder a un castillo secreto en el que nos esperaba un Bowser gigante al que solo se podía derrotar usando el poder de todas las flores recolectadas… Ni a mis cortos 8 o 9 años le creí.
Esas dichosas salas eran todo un mar de información, no sólo por lo que se hablaba con amigos y desconocidos, también por lo que lográbamos ver en los monitores de las arcades y las pantallas de los televisores que los demás jugaban. Fuera del enojo que causan los ahora llamados spoilers, ver que alguien iba mucho más delante de lo que conocíamos simplemente nos motivaba a jugar.
A partir de esa diferencia informativa que vivimos, es de donde marcamos la gran diferencia entre nosotros y los que comenzaron a jugar en esta época, es una diferencia tan grande e importante la facilidad con la que se consiguen los juegos ahora, o el prácticamente erradicado estigma «satánico» que tenían los vídeojuegos y por ende nosotros sus usuarios.
Sea como sea esos detalles nos marcaron, y a pesar de todo nos motivaron a seguir jugando, aunque nos dijeran raros o viciosos, eso nunca nos afectó. También el hecho de tener sólo un juego durante muchísimo tiempo nos obligaba a exprimir hasta su último pixel, aunque éste no fuera tan bueno.
Siempre que recuerdo esos juegos que estuvieron frente a mí durante interminables horas, atentando fundir mi consola de turno, termino comparándolos con los juegos de moda, en especial los de smartphones que suelen volverse exageradamente pasajeros.
Sólo me pregunto ¿qué recordaran los niños de la actualidad cuando tengan mi edad? Sus experiencias con los vídeojuegos son demasiado vacías y fugaces como para recuerden puntualmente algún título memorable… !Ya sé! Minecraft tiene años siendo moda… Pero fuera de ese no creo que un Angry Birds o Pokémon Go se comparen con Super Mario 3 o Sonic the Hedgehog 2. En fin, sólo el tiempo dirá si mi opinión es errónea o no.
Ya al fin de cuentas me estoy saliendo del tema, y para colmo se me sale lo de viejo cascarrabias. No les quitaré más de su tiempo, y sólo recuerden que lo importante no es ni la época ni la compañía, lo importante siempre será disfrutar del juego.