Así comienza nuestra aventura.
ChromaGun es sin duda alguna una mezcla perfecta entre Portal y otro juego llamado The Stanley Parable, pero eso sí les digo que esta mezcla toma lo mejor de cada uno de ellos y se vuelve un juego con un carácter lo bastante distinto a sus progenitores. Pixel Maniacs mezcla la aventura con una dosis de puzzles muy divertida y desafiante en la que nos hará jugar por muchas horas a este gran título que llegará a sacarnos las canas verdes en algunos de sus niveles.
El juego cuenta con 8 capítulos, los cuales se dividirán en niveles y cada uno de ellos será mas complicado que el anterior. Este juego comienza cuando llegamos a las oficinas de ChromaTec y se nos hace saber que somos el candidato “elegido” para probar lo mejor en tecnología de color de clase militar: la ChromaGun. Con esta impresionante pistola de pintura podremos resolver los puzzles que los ingenieros han diseñado meticulosamente para ponerla a prueba. Pintando las paredes y los droides mientras mezclamos los colores, avanzaremos de una habitación a otra hasta terminar el recorrido de este gigantesco laboratorio de pruebas.
A diferencia de otros juegos en los que se nos da una pistola para solucionar complejos puzzles, en ChromaGun no dependeremos de nuestra habilidad, precisión o velocidad de respuesta. La gran mayoría de retos los podremos resolver con tranquilidad y usando nuestra capacidad deductiva o nuestra lógica, básicamente.
Este título nos transporta al famoso Portal hablando gráficamente, aunque el juego cuenta con identidad propia, esto es algo que no nos sacaremos de la cabeza. El color blanco predomina desde el primer nivel como hasta el último, gráficamente esta bastante bien, no es colorido aunque llevemos una pistola de 3 colores primarios en la que podremos combinar colores y de esa forma logar una paleta más extensa.
Estamos acostumbrados a que los juegos destaquen en cuanto a música se refiere, hemos escuchado grandes soundtrack de juegos que son pésimos, pero que su música es tal, que descargaríamos solamente el soundtrack y dejaríamos el disco del juego en su caja son tocar. En este caso es al revés, la música no es el fuerte de ChromaGun, ya que la melodía no es «épica» y no calza de gran manera en ninguno de los niveles del juego. En realidad resulta repetitiva y para ser sincero es la peor parte del juego.
El juego no cuenta con una historia que podamos definir como «épica» o «buena», y aunque en este tipo de juegos no ponen énfasis en ello, es importante de mencionar. Supongo que Pixel Maniacs ha preferido hacer un juego corto antes que caer en la repetición de la cual pecan muchos otros, pero eso también les ha impedido darle una vuelta de tuerca a su propia idea y sorprender de alguna manera al jugador. En este caso le dieron un modo de juego llamado “Speedrun” para añadir algo de rejugabilidad y consiste que en vez de hacerlo por pantallas, hay que jugarlo de principio a fin de una sentada.
En conclusión es un juego entretenido, con un diseño de niveles bastante pobre, ya que cada nivel es prácticamente del mismo color y es idéntico al anterior, la dificultad es media-alta; pero, el juego se hace diferenciar y la idea propuesta por la desarrolladora es buena, llamativa e incluso ingeniosa.
En lo personal pienso que para re-jugarlo una vez concluído es muy difícil , aunque claro esta ofrece otro modo para darle otra vuelta a nuestro antojo si así lo quisiéramos.