Un juego que recupera la esencia de los metroidvania clásicos.

A Robot Named Fight pareciera un simple clon de los títulos clásicos de Metroid, especialmente por su estilo gráfico y la jugabilidad de scroll lateral. Sin embargo, que su universo futurístico y monstruos no te hagan pensar mal del juego, ya que en realidad es todo un homenaje a lo que los títulos de estilo metroidvania han sido a lo largo de la historia.

La historia en realidad es simple, ya que es la típica de lo que ocurre cuando las máquinas suben al poder, y ya que somos simples humanos es normal que estemos perdiendo la guerra, por lo que nuestro planeta es utilizado para cultivar otras máquinas. Lo malo es que cae una plaga llamada Megabeast, las cuales llegan para erradicar cualquier forma orgánica o robótica del planeta. Es así como tomamos el control de un robot que deberá detener esta amenaza en un mundo con niveles generados de forma procedual. De hecho, es gracias a este estilo procedual que no existe historia o desarrollo de personajes luego de la intoducción del juego; por lo que la exploración, la acción y la recolección de ítems es lo que nos mantendrá ocupados.

Cada sesión de juego iniciará con un robot sin power-ups, armadura o habilidades especiales; por lo que al igual que Metroid debemos buscar las habilidades o armas que nos ayuden a avanzar poco a poco las áreas inaccesibles hasta el momento. Cada una de esas áreas nos abre un mundo procedual, por lo que debemos aprender a ubicarnos rápidamente ya que la dificultad va aumentando y los enemigos pueden ser realmente molestos. Lo malo del tema, es que muchas áreas pueden repetirse gracias al diseño procedual, por lo que podrías tener un sentimiento de haber estado allí antes. Un punto negativo de esto es que el juego nunca nos da razón alguna de progresar, más que conseguir ítems y derrotar a los jefes que nos encontremos en el camuno; fuera de eso, la motivación de avanzar es casi nula, especialmente por que los upgrades pueden no ser tan impresionantes.

Lo tedioso de este juego es que los save points son prácticamente nulos, por lo que al perder comenzaremos nuevamente desde el basurero donde nos encontrábamos. Básicamente, acostúmbrate a iniciar el juego una y otra vez por varias veces; sin embargo, al morir muchos de los ítems que teníamos volverán a aparecer conforme juguemos, pero al volver a iniciar todos ellos se perderán.

Te recomiendo trabajar en tus habilidades, upgrades y power-ups, además de mantener abiertos los ojos, ya que en este juego morirás muchas veces y lo que siempre vas a perseguir es poder jugar una partida por el mayor tiempo posible. Recuerda además buscar mejoras para tus armas, serán útiles contra los jefes. En total, el juego tiene unos 100 power-ups que nos serán de utilidad.

Pasando al gameplay y los disparos, eso es lo mejor que tiene A Robot Named Fight. Aunque la animación del personaje no es la mejor, será fácil adaptarse a él y aprender a luchar. Los comandos son sencillos en realidad, al igual lo es cambiar de armas según la situación en la que nos encontremos. Quizá lo más complicado es apuntar con el stick, pero para eso podemos usar los gatillos ZL y ZR, los cuales facilitarán el trabajo.

Ya que los jefes pueden ser tediosos por la cantidad de vida que poseen, el modo co-op puede ayudarte, ya que de esa forma un amigo podrá tomar un control y unirse a la batalla. Eso sí, al morir recuerda que tú también lo harás.

Comentarios finales

Los gráficos claramente te recordarán a la época de 16-bits, aunque la paleta de colores elegida no es realmente la mejor. Aún así, A Robot Named Fight! recrea muy bien esos metroidvania de antaño, pero a su propio modo. Además, la música combina bastante bien con el estilo del juego.

Aunque de buenas a primeras te puede parecer un Metroid, la realidad es que el juego supo diferenciarse, además de darnos una rejugabilidad enorme gracias a sus mundos proceduales. Lo malo, es que no hay historia prácticamente.

Review realizado gracias a una copia del juego facilitada por Hitcents yMatt Bitner Games.