Pocos son los juegos que te atrapan de primera vista, ya sea por su arte o jugabilidad. En este caso, The Gardens Between es una experiencia que desde el inicio logra captar tu atención, especialmente por el diseño de puzzles que utiliza y sus mecánicas tan simples de juego.
El juego es una historia sin voces que nos muestra como Frendt y Arina se ocultan en una casa del árbol durante una tormenta. Sin embargo, ambos son atrapados en una especie de distorsión del tiempo que los lleva a un lugar misterioso. Su casa del árbol es su único medio de transporte, pero para regresar a su mundo deberán explorar una serie de islas que incluyen puzzles para interactuar con ellos.
Aunque el estilo de los puzzles no es normal, es esa imaginación de sus creadores lo que hace que The Gardens Between sea increíble. De hecho, sentiremos que estamos en otro mundo, ya que cada uno de los puzzles es una isla pequeña donde debemos guiar a los niños hasta la cima. Ya que hay obstáculos en el camino, la mejor forma de resolverlos es avanzando o retrocediendo en el tiempo, pero siempre cambiando algunos elementos del entorno mientras lo movemos. No controlamos a los niños, pero si podemos ayudarles a interactuar con el entorno para así lograr superar los niveles.
Cada uno de los mundos nos introduce una nueva mecánica para el juego u obstáculo, por lo que la variedad irá aumentando poco a poco. Cada una de las áreas comienzan a sentirse como si ese fuera el final, ya que los puzzles no solo van cambiando, sino que evolucionan poco a poco y cada uno deja de ser simple. De hecho, esto hace que la curva de dificultad vaya aumentando poco a poco y nos demuestra que el diseño de niveles fue realmente cuidado. En total el juego incluye 18 islas, pero el puzzle final ocurre en tres escenarios distintos.
Entrando a temas más de diseño, las animaciones de Arina y Frendt aportan mucho a la narrativa, la cual carece de palabras. Quizá esto se debe a la gran química que hay entre ambos personajes, convirtiendo algunas escenas en momentos muy adorables y cálidos.
Cada nivel se siente como una memoria de los personajes, ya sean de espacios de juego o de experiencias que han vivido a lo largo de su vida. Por ejemplo, en algunos niveles se puede escuchar las voces de adultos en situaciones que pueden resultar aburridas para un niño, por lo que en estas ocasiones decidieron distorsionarlas un poco para mantener la falta de diálogo como constante. Conforme progresamos, sus aventuras son mucho más distintas y podemos entender más de cómo un niño ve el mundo.
Poco a poco los escenarios del juego se van haciendo más oscuros. Posiblemente esto se deba a una metáfora sobre el crecimiento y la forma en que uno va cambiando cuando crece, o por el otro lado, nos quiere mostrar cómo a pesar de esos cambios los vínculos de amistad pueden mantenerse intactos.
El último nivel del juego es sin duda el más completo de todos, ya que todas las mecánicas que vemos durante los 18 niveles pasados se mezclan y nos muestran cómo la charla de ambos llega a su fin. ¿Será que de esa forma las memorias permanecen en nosotros?
Para finalizar, la música fluye con la manipulación del tiempo y los escenarios, por lo que se mezcla realmente bien con el estilo artístico tan increíble de The Gardens Between.
Comentarios finales
The Gardens Between es un gran juego de plataformas a pesar de que los niveles son cortos. El surrealismo de los escenarios hace un conjunto perfecto con sus escenarios, además de tener mecánicas de puzzles que pueden considerarse únicas.
Es un juego relajante y con mucho carisma para atraer a los jugadores, además de ser una experiencia que nos brindará momentos de tranquilidad gracias a su música y narrativa. Los controles son simples para cualquier tipo de jugador y la fórmula en general funciona muy bien. En Nintendo Switch se aprecia la portabilidad ya que es un juego rápido que podemos jugar en cualquier lado.
Review realizado gracias a un código del juego facilitado por The Voxel Agents.