El Romance de los Tres Reinos y la reunificación de China, pero en Total War.
Si te gusta la cultura asiática, no me extrañaría que conozcas algunas historias sobre China, Japón, Corea, que intentaras o estés estudiando alguno de esos idiomas, e incluso que juegues títulos con temáticas afines o consumas su entretenimiento. Es gracias a este interés que llegué a probar Total War: Three Kingdoms, la última entrega de Creative Assembly para su clásica serie de RTS.
Tras el lanzamiento de Total War: Attila en 2015, no habíamos reibido otra entrega que cubriera un acontecimiento histórico así de importante. En estos últimos años, los desarrolladores se han encargado de expandir la saga de Warhammer, algo que pude ver en la E3 2015 cuando me habían invitado a conocer Total War: Warhammer de primera mano. En fin, no sé si eres de títulos más fantásticos o históricos, pero, personalmente, soy más de la historia y es por eso que me atrae la saga Total War.
Como te podrás imaginar, este nuevo Total War nos transporta a la época de los Tres Reinos de China, allá por los años 220–280 DC, uno de los periodos más sangrientos del territorio chino. En el juego podemos entrar en el Modo Romance, el cual es mucho más largo y épico al incluir toques de fantasía; o bien, si eres como yo, probar el Modo Histórico, que es más realista y acertado con los hechos ocurridos. Si quieres vivir la experiencia de Total War: Three Kingdoms de una forma más completa, el Modo Romance adaptará sus mecánicas y demás a la época, pero si quieres aprendes de historia, ya sabes por dónde ir.
De la fantasía a la historia
La Dinastía Han estaba al borde del colapso y fue Dong Zhuo, uno de los jefes de guerra de la época, quien secuestró al joven Emperador de la época en un intento de unificar a toda China bajo su manto. Fue así como otros jefes de guerra se unieron para enfrentar a este tirano, y es nuestra misión controlar sus ejércitos para ir al conflicto. Cada una de las facciones del juego tiene personajes únicos que serán de utilizad para tomar el control de China. Tomaremos el control de un líder, su familia y personajes que nos apoyarán desde el Gobierno y el campo de batalla.
¿Saben qué es lo bueno de Total War? Siempre ha sabido emular correctamente la naturaleza humana. En nuestro ejército podrá haber facciones divididas incluso, lo que llegará a afectarnos en batalla ya que algunos jefes de guerra mostrarán su rivalidad entre ellos y se llegarán a atacar entre sí en vez de al enemigo. Estos conflictos internos nos harán la vida imposible, ya que cada decisión que tomemos afectará el curso del juego y le dará más profundidad al desarrollo de personajes, además de enseñarnos a tomar mejores decisiones turno por turno.
En fin, el juego es lo que promete: fuera, peleas, decisiones diplomáticas y un ritmo de juego que no nos permitirá respirar mucho. El objetivo siempre será el mismo, proclamarnos Emperador de China y así unificar a todo el territorio. Prepárate para luchar contra los enemigos y tener que traicionar de ser necesario, o ser traicionado por tus “aliados”.
Los detalles importan
La campaña es impresionante gracias al detallado mapa de China que nos presentan. Sumergirnos en esa China antigua es una experiencia que se le agradece a los desarrolladores, ya que no solo trabajaron en el aspecto arquitectónico, sino también en los ambientes naturales donde las batallas se llevan a cabo. Los gráficos además ayudan a esto, aunque te adelanto que tu PC va a sudar si usas los gráficos en Alto o Ultra (en mi caso con una GTX 960M), ya que el nivel de detalle es enorme.
Si también eres de los que gusta de construir civilizaciones y administrarlas, en este aspecto el juego también destaca. Conforme conquistes regiones podrás montar tus provincias y formar su ciudad principal en ellas de esta forma administrarás recursos y podrás desarrollar comida, economía, unidades militares, un gobierno y, en resumen, toda una civilización. En este juego no habrá “tecnología”, sino algo llamado “reformas”, que es básicamente lo mismo, pero cada 5 turnos desbloquearemos una de ellas.
Accederemos también a una mecánica de espionaje, donde enviaremos algunos personajes hasta las facciones enemigas para saber qué están haciendo y así mejorar nuestro plan de unificación de China. La mecánica implementada es más compleja de lo que suena, por lo que te recomiendo invertir en el espionaje y controlar las otras facciones desde adentro.
Por otro lado, el juego incluye también la opción de reclutar armadas, personajes y demás. Cada personaje que reclutemos nos dará acceso a un inventario, desde el cual podremos administrar ciertos equipos de combate y funciones del personaje. Por cierto, reclutar también implica tomar rehenes, a quienes podremos sacarles información o mejoras para nuestras armas previo a su ejecución. Toma en cuenta que esto afectará las relaciones que tenemos con otras facciones chinas, así que ejecutar a alguien no siempre es la opción.
Respecto a las unidades, es el mismo juego de “piedra, papel o tijera” que encontramos en muchos juegos de RTS, donde algunas unidades son débiles a otras. Lo que importa aquí es la forma en que administramos nuestro imperio, eso nos hará más fuertes o débiles.
Batallas y diplomacia, necesarias para ganar una guerra
Las batallas son muy similares al resto de los Total War, aunque en esta ocasión no hay tantas opciones de formación y los personajes no tienen habilidades activas que nos pueden servir en batalla. Eso sí, las batallas tienen un ritmo más rápido y algunas unidades destacarán desde el inicio.
Ahora, es importante también tener diplomacia en el campo de batalla. Las alianzas, coaliciones y otras formaciones diplomáticas que nos lleven a ganar son válidas, por lo que debes pensar muy bien en su momento con quién aliarte. Conforme progresamos en el juego, te darás cuenta que a veces es mejor tener poderes regionales, y confiables, que intentar tomar todo por la fuerza nosotros solos. En Total War: Three Kingdoms, las relaciones son sumamente importantes, por lo que deberás trabajarlas desde el inicio del juego.
Fomentar el comercio entre regiones y tratados serán una buena forma de ganarnos la confianza de otras facciones. Esto ayudará a que desde la ventana de facciones podamos ver cómo se mueven las tendencias en China y así poder pasar más tiempo ganándonos la conciencia de otros.
Comentarios finales
Total War: Three Kingdoms es un paseo épico por un periodo histórico muy interesante y bélico. La forma en que los desarrolladores logran revivir esos hechos es impresionante, mezclando material histórico con lo mejor de la fantasía de su saga. Por sí solo, el juego es sumamente sólido para atraer a una audiencia general de jugadores de PC y es otro gran añadido a nuestra Biblioteca de juegos en Steam.
Review del juego realizado gracias a un código facilitado por Creative Assembly y SEGA.