Whipseey and the Lost Atlas es como un Kirby, pero sin las mecánicas del juego de Nintendo.
Whipseey and the Lost Atlas es un juego visualmente atractivo por el parecido que tiene con Kirby; sin embargo, está lejos de serlo. El juego es un plataformero muy simple, con escenarios cortos que terminan siempre en una pelea contra un jefe final.
La historia comienza con una escena animada que muestra a un niño transportándose a un libro y convirtiéndose en Whipseey. Cuando llega al nuevo mundo, recibe un látigo con el que podrá atacar y pasar obstáculos en el juego. Es aquí donde empezamos el juego y éste será tan simple como saltar por plataformas y derrotar enemigos.
Un juego realmente corto
El problema que tiene Whipseey and the Lost Atlas es la falta de variedad en sus niveles y el aprovechamiento de sus mecánicas jugables. Aunque solo son cinco niveles, la realidad es que en ninguno de ellos hay power-ups o habilidades, tampoco hay secretos por lo que solo nos preocuparemos se avanzar y ya. Los enemigos incluso se asemejan mucho a los de Super Mario Bros., Mega Man y hasta Kirby, y al matarlos nos darán algunas gemas para ganar vidas entre más acumulemos.
El juego puede completarse en menos de una hora y, aunque podríamos rejugarlo, la realidad es que luego de eso ya no hay más que hacer. Cada escenario representa un 20% de avance del juego, sin secretos ni nuevas formas para ganarlo, lo que hace de la experiencia algo realmente corta. Aunque el arte me atrae bastante por su similitud con Kirby, la realidad es que el resto del juego no termina de cerrar.
Comentarios finales
Whipseey and the Lost Atlas va a pasar totalmente desapercibido por su falta de contenido y falta de rejugabilidad. Uno puede entender que quieran copiar o parecerse a otro personaje o franquicia como ocurre siempre con Dark Souls, pero la realidad es que con este juego se pudo haber hecho algo más original o extenso, por lo menos.
Review del juego realizado gracias a un código facilitado por Blowfish Studios.