Samsung anunció un nuevo plan para los clientes afectados por los casos del Galaxy Note 7, a través del cual pagarán 100 dólares a los usuarios que busquen cambiar su explosivo aparato por otro dispositivo de la compañía “como muestra de aprecio por la paciencia y fidelidad”.
Por el momento la iniciativa se hará efectiva en Estados Unidos y Corea del Sur. Además, abonará 25 dólares a aquellos usuarios que decidan cambiar el Galaxy Note 7 por otro smartphone de la competencia “por las molestias causadas”. En otros países, los clientes pueden cambiar el Galaxy Note 7 por un Galaxy S7 o Galaxy S7 Edge.
Actualmente, Samsung reporta pérdidas por más de 3.000 millones de dólares en los próximos trimestres, aunque algunos analistas ya anuncian que el caso del Galaxy Note 7 terminará hasta en más de 17.000 millones de dólares:
“Vamos a hacer todo lo posible por recuperar la confianza en los consumidores y que puedan utilizar los productos de Samsung sin ningún tipo de problemas de seguridad”; afirmó Koh Dong Jin, presidente de la división de smartphones de Samsung