El actual sistema PEGI (en Europa) es el que califica para qué edades son los videojuegos físicos que compramos día a día.
Aunque no parezca gran cosa, este sistema desde su creación es obligatorio y necesario para cada videojuego de cualquier compañía que se produce en el mundo. Esto a pesar de ser algo relativamente sencillo puede llegar a ser bastante complicado de obtener dentro de los videojuegos digitales, llegando retrasados o incluso no llegar a salir del todo en formato digital.
Debido a esto, las tres compañías más grandes del mundo se unirán al sistema IARC, una nueva forma de poner el filtro de edad a los videojuegos con tan solo llenar un formulario y enviarlo. Estos chicos se encargarían de poner el filtro y de agilizar mucho el procedimiento que se lleva meses en obtener esta pequeñez para muchos.