- Costa Rica. País de gente sencilla, de costumbres de antaño, de familias tradicionales, de delincuencia en la calles, de ruidosa capital, especialmente al paso del tren, ya que por donde pasa el tren, pasan todos los demás.
De esto y más trata la obra «Silencio de Trenes» del dramaturgo Kyle Boza. Una puesta en escena de buen dinamismo, con diálogos certeros que representan nuestra forma de ser. Una obra que introduce al espectador desprevenido, por medio de carcajadas, poco a poco, a la intimidad de la familia Salas, quienes viven cerca de las líneas de tren, y todos los días se ven inundados del ruido de la máquina sobre los rieles.
Boza logra transmitirnos su mensaje claro, sin gritárnoslo a la cara, lo hace con sutiliza, de tal forma que, cuando se apagan las luces, el ruido en nuestras cabezas es más fuerte que el ruido del tren.
Nos hubiera gustado mas tiempo, mas tiempo con la familia Salas. Para entender porqué la abuela no se baña,y para saber más sobre Steven. Pero quizás, al igual que en la vida real, a veces no hay tiempo, y lo que no notamos en la cotidianidad de nuestros hogares, llega a destruirnos el alma de un momento para otro. Nos distraemos con la aparente tranquilidad, porque es más fácil, y nadie quiere escuchar el ruido del tren a buena mañana, y no prestamos atención a eso que había que prestarle atención.
La obra se sigue presentando todos estos días hasta el 09 de diciembre. De jueves a sábado a las 8pm y los domingos a las 5pm, en el Teatro de la Aduana. El costo de la entrada general es de 5000 colones y 2500 para estudiantes con carnet y adultos mayores.