The Legend of Zelda: Breath of the Wild llegó este año a WiiU y Nintendo Switch, siendo una auténtica obra maestra y de los títulos mejor evaluados del año. El juego posee muchas curiosidades, y una de ellas es relacionada con los Kologs, unas pequeñas criaturas que nos obsequian con una «especie de semilla» al descubrirlos.

The Legend of Zelda: Breath of the Wild tiene muchos Kologs y es una tarea difícil encontrarlos. La llegada del primer DLC nos facilitará un poco las cosas ya que tendremos la Máscara Kolog, un artilugio que vibrará cuando estemos cerca de uno de ellos. Según reveló Hidemaro Fujibayashi, director de desarrollo en el blog oficial de Zelda, la primera idea que tuvieron fue implementar una serie de rocas, que estarían situadas en varios puntos del mapa y que el jugador debía descubrir. El equipo consideró esta idea como algo divertido, aunque cambiaron rápidamente de opinión ya que no lo veían como algo lo suficientemente intrigante o desafiante.

La piedra que en un principio iba a servir para buscar objetos y estaba basada en el pedestal de The Legend of Zelda: Skyward Sword.

Fuente: Dualshockers