Game of Thrones regresa para su octava y última temporada este fin de semana, y un show tan épico como este ofrece mucho para disfrutar. Antes de entrar en el juego final del show el domingo por la noche, es bueno recordar los mejores momentos que nos ha dejado. Acá podrían ver cuales son, en mi humilde opinión, los 5 mejores episodios de la serie.

1-You Win or You Die

Por mucho que me guste la escala épica de las temporadas posteriores de Game of Thrones, un rincón de mi corazón siempre tendrá un lugar para la primera temporada. Sin el presupuesto gigante que vendría con el éxito masivo del programa, la serie tiene que usar menos ubicaciones y más historias basadas en intrigas, misterios, descubrimientos impactantes y conversaciones tensas. Pocos episodios de la serie encapsulan las alegrías siniestras de las primeras jugadas políticas como «You Win or You Die», un episodio que demuestra que la nobleza de los Stark no es rival para la manipulación de los Lannister.

Suceden muchos eventos con ramificaciones enormes. Muere el rey Robert Baratheon. Ned se enfrenta a Cersei sobre la verdadera paternidad de sus hijos. Littlefinger se compromete a ayudar a la Casa Stark en su noble golpe contra la reina y sus hijos ilegítimos. La traición impactante. Estúpido Ned Stark, prueba de que nadie debería volver a confiar en Petyr Baelish. Mientras que otros episodios presentan actos de violencia más impactantes, pocos episodios ofrecen una imagen tan clara de este mundo brutalmente injusto y completamente adictivo, se puede decir que este es el episodio en el que perdemos la inocencia sobre este mundo cruel.

2-Blackwater

«Blackwater» es uno de los mejores episodios producidos por Game of Thrones, pero terminó siendo una espada de doble filo. Una vez que HBO y los showrunners se dieron cuenta de que podían lograr una secuencia de batalla masiva, las futuras temporadas se convirtieron en una carrera para superarla. El resultado: muchas escenas de acción impresionantes que tienen una calidad digna de blockbuster de Hollywood. El otro resultado: muchas escenas de acción impresionantes que carecen del carácter, el humor, la claridad y la intensidad de lo que el director Neil Marshall logró en este nivel.

Toda la temporada había estado preparándonos para esto. Stannis Baratheon y su flota están llegando a King’s Landing y solo un grupo de soldados inexpertos y Tyrion Lannister pueden salvar a la ciudad y sus habitantes de la aniquilación (por no mencionar el gobierno del hombre menos carismático que jamás haya comandado fuerzas en Westeros). Se tarda un poco en llegar a los fuegos artificiales. «Blackwater» permanece en la calma antes de la tormenta: la noche de insomnio, las conversaciones ansiosas, la planificación de último momento, los soldados bebiendo y cantando porque esta podría ser su última noche con vida. Y cuando la batalla comienza, la atención se centra menos en la sangre en el campo de batalla y más en la psicología detrás de los muros: ¿cuánto tiempo pueden resistir las defensas y cuán condenados están todos en Red Keep?

La embriaguez de Cersei. El desesperado discurso de Tyrion. The Hound diciendo «Fuck the King» en la cara de Joffrey. Esa llegada final por parte de Tywin y lo cerca que estuvo Cersei de tomar una decisión sin retorno. Las explosiones son increíbles, pero ¿los personajes que las observan y las sufren en el campo de batalla? Ellos son la razón por la que amamos la serie.

3-The Mountain and the Viper

Antes de adentrarme en este episodio, quiero hacer una mención especial a «The Laws of Gods and Men», ya que el discurso de Tyrion al final de ese episodio es uno de los mejores momentos en la historia de la serie, y planta las semillas para lo que sucede acá. El horrible final de este episodio, la impactante y espantosa muerte del heroico Oberyn Martell a manos del vil Gregor Clegane, es uno de los momentos más sorprendentes del programa. Pero mientras que todo el juicio bajo combate se ejecuta bellísimamente, hay más de este episodio que vale la pena destacar. La relación de Grey Worm y Missandei finalmente comienza a calentarse, lo que nos da otra razón para preocuparnos por la trama secundaria de Dany (a menudo de ritmo lento), Arya y The Hound atraviesan Bloody Gate y llegan a Eyrie, solo para descubrir que la tía de Arya acaba de morir. La reacción de Arya es perfecta: después de todo lo que ya ha pasado, todo lo que puede hacer es reír.

Los que no habíamos leído los libros previo a que este episodio se emitiera por primera vez, podemos asegurar que su final fue la última gran sorpresa. La muerte de Oberyn en el último segundo es uno de los vestigios finales de lo que el programa solía hacer mejor: subvertir las expectativas de este tipo de narración de fantasía. Los «buenos» no siempre ganan solo porque tienen un alto nivel moral. De hecho, como el programa ha demostrado una y otra vez, las cosas a menudo terminan mal para los «héroes» tradicionales. Y una mención a Indira Varma, quien interpreta a Ellaria Sand, su grito después de que el cráneo de Oberyn esté aplastado todavía me da escalofríos.

4-Battle of the Bastards

Esta es, sin lugar a dudas, una maravilla absoluta de episodio en el que los showrunners orquestaron una batalla que es más impresionante que casi cualquier cosa que haya visto en cualquier película de género exitoso hasta la fecha. Realmente parece que todo está perdido cuando la batalla comienza con la muerte de Rickon y el ejército de Jon se derrumba rápidamente ante las fuerzas de Ramsay. Pero al final, Sansa y Littlefinger se lanzan para salvarlos, Ramsay es capturado y, finalmente, devorado por sus propios perros. Al igual que Blackwater, esta batalla ocupa casi todo el episodio, pero es lo suficientemente bueno donde ni siquiera nos importa que apenas veamos a alguien más. Será difícil para Game of Thrones superar a este con una batalla aún más épica, pero seguramente habrá algunos más por venir en estos episodios finales.

5-The Rains of Castamere

¿Dónde estabas cuando los buenos perdieron? Game of Thrones estableció sus apuestas despiadadas desde el principio cuando cortó la cabeza noble y estúpida de Ned Stark, pero eso no significaba que la mayoría de la gente vio venir lo que paso en The Red Wedding. Game of Thrones nos transporta de lugares tan rápido y tan a menudo que cuando nos quedamos en un lugar durante demasiado tiempo, sabemos que algo está mal. Y pasamos mucho tiempo en la boda. Demasiado tiempo. Hay demasiadas cosas que van bien. Demasiada alegría. Demasiada esperanza. Demasiado hablar de un futuro feliz. Podemos sentirlo en nuestros huesos, la misma sensación que Catelyn lleva en su rostro. Algo está mal.

Recuerdas los detalles. Walder Frey y Tywin Lannister conspiran para asesinar a Robb Stark y sus aliados en la boda de Edmure Tully. Ciertamente recuerdas a Robb viendo a su esposa embarazada ser apuñalada hasta la muerte. Ciertamente recuerdas a un Robb herido murmurando «Madre» justo antes de que Roose Bolton deslice una espada dentro de él para terminar el trabajo. ¿Cómo podrías olvidar el grito de angustia de Catelyn Stark mientras corta la garganta de la esposa de Walder, un acto de venganza ineficaz y lamentable, una piedra arrojada a una pared de ladrillos? Y entonces ella también está muerta. Y luego se corta a créditos.

«The Rains of Castamere» es una de las horas más intensas y desagradables de la televisión, una larga y lenta marcha hacia el destino que exige tu atención incluso cuando quieres apartar la vista. Termina no solo con la muerte de varios personajes importantes, sino también con el final de una historia aparentemente vital. Cuando los créditos salen, la casa Lannister ha ganado. La casa Stark ha sido destrozada. Los buenos se borran del tablero. Es un reinicio sangriento de todo el maldito juego.