Pokémon es pasión, eso lo saben todos los jugadores que iniciaron su viaje para “ser el mejor”, ya fuera en los videojuegos que datan del Game Boy, las cartas coleccionables o incluso desde el celular.
Ahora que está fresco el lanzamiento de la segunda parte del DLC de Pokémon Sword/Shield, videojuego desarrollado por Game Freak, y con motivo del primer aniversario de su lanzamiento, les mostraremos un breve análisis de estos títulos y la recepción que tuvieron. Cabe mencionar que los juegos se lanzaron a un precio de $60, que aún mantienen.
HAY QUE COMPRARLOS A TODOS
La franquicia que trata sobre monstruos coleccionables terminó siendo uno de los portentos de la actualidad en cuanto a ventas tanto de juegos como de mercancías y ante cualquier lanzamiento deja pocas veces indiferentes a sus aficionados, que se cuentan por millones alrededor del mundo.
En este caso, mediante la explotación y el manteniendo de las fórmulas que todos conocen y las cuales se han aplicado hasta la saciedad, pese a las carencias gráficas y en otros aspectos que veremos a profundidad más adelante, los juegos destacan como un éxito comercial, al punto que se contabilizaron 6 millones de copias vendidas solo durante la semana de lanzamiento.
Según la información financiera de Nintendo, al tercer trimestre de 2020, con cierre a finales de setiembre, se ubica en el quinto lugar de los juegos más vendidos para el Nintendo Switch, con más de 19 millones de unidades físicas y digitales, aparte de que, de acuerdo con Joe Merrick, webmaster de Serebii, se trata de la tercera generación más vendida.
Así las cosas, y siguiendo a la misma fuente, la octava generación solo es superada por las dos primeras (Red y Green/Blue lograron 31 millones de copias vendidas, mientras que Gold y Silver alcanzaron 23 millones) y no podemos obviar el impulso que dio a la venta de la consola misma, puesto que hasta acompañó la introducción de la Switch Lite incluso con una edición especial limitada. También debemos destacar que el servicio de Nintendo Switch Online en gran parte se mantiene por los jugadores de Pokémon.
¿PROGRAMABAN PASTO?
Desde que se anunció este juego y se mostraron las primeras imágenes de gameplay, la comunidad de Pokémon pegó el grito al cielo porque el trabajo se veía poco elaborado para un título de la consola principal de Nintendo. Sin embargo, como buena comunidad nintendera, finalmente todos los que amamos la franquicia terminamos dándole la oportunidad.
El juego causó desconcierto primero porque se veía muy simple y básico para ser un triple A en cuanto a gráficos y animaciones (si bien no se salía de lo acostumbrado, los juegos anteriores fueron de Nintendo 3DS, una consola portátil, y por lo tanto no tan poderosa). En general, las animaciones de batallas resultan decepcionantes y los sitios que visitamos se ven estáticos, flojos, poco elaborados.
En segundo lugar, hubo quejas porque se notaba a leguas que el juego estaba incompleto y se requeriría meterle más amor (dinero) para obtener contenido adicional, también porque se habló en un principio que solo habría 400 Pokémon disponibles.
Dejaremos de lado esas y otras polémicas, como cuando el equipo de desarrollo defendió haber trabajado cada modelo de los Pokémon de cero, pero finalmente se descubrió que usaron los modelos ya hechos para las criaturas existentes desde versiones anteriores, por falta de espacio y porque fueron una especie de pataletas de redes sociales debido a que no impactaron en ventas, pues ante la presión finalmente Game Freak anunció la existencia de los DLC para calmar las aguas.
Sin embargo, sí indicaremos que se iniciaron también chistes debido a que, en una entrevista para Famitsu, los desarrolladores Junichi Masuda y Shigeru Ohmori comentaron que la programación del pasto les tomó medio año, con lo que, tras la salida, comenzaron a decir que Game Freak se entretuvo en esto durante el desarrollo del título en lugar de mejorar otros aspectos.
Poniéndonos serios, este juego parece tener gráficos de Nintendo 64 mejorados y a veces alguito mejor, pero no destaca en absoluto respecto a ese apartado. Si me lo preguntan, considero que Nintendo quizá pidió el juego para el N3DS como último hit de su portátil, pero debido a la presión por vender más consolas de Switch exigió lo imposible… y se lo dieron. No tengo pruebas, pero tampoco dudas. Hasta los desarrolladores recomendaban jugarlo en modo portátil.
Tanto así que, como dijimos, el Switch Lite, completamente portátil, vio la luz casi al mismo tiempo que este juego, pues Nintendo sabe de esta comunidad inmensa que incluso no se interesa por ningún otro de sus títulos, pero les comprará casi que religiosamente cada generación de Pokémon.
POKÉMON, PERO CON TÉ Y MONÓCULO
El juego nos cuenta una historia de la región Galar, basada en Inglaterra. Como es tendencia en los juegos de Pokémon, para alejarse de las nociones de maltrato animal y antropocentrismo, que siempre podríamos señalar si hilamos muy fino, el asunto cada vez se nos muestra más deportivo.
Por esa razón, nos enteramos de entrada que en Galar las batallas Pokémon son algo así como partidos de fútbol (hay de hecho, desde Pokémon Stadium, guiños y similitudes con este deporte, por ejemplo, en el uso de canchas demarcadas) mezclados con telerrealidad.
Se nos indica que hay una competencia anual en que el/la protagonista y su mejor amigo, Hop, participarán para tener la oportunidad de retar al campeón invencible de Galar, Leon. Así pues, los chicos reciben de este personaje un Pokémon de principiante y parten en una aventura al mejor estilo de un reality show.
Se mantiene lo bueno de otras entregas, como gimnasios, nuevas criaturas por atrapar, entrenar e intercambiar con personas de todo el mundo, de las cuales algunas se incluyeron de una vez en lo más alto de la cadena alimenticia para el metagame, así como los diseños regionales de Pokémon provenientes de otras generaciones, especialmente la primera, tatuada en los corazones de quienes se mantienen fieles a esta franquicia.
Asimismo, se nos introduce el concepto de la energía Dynamax, único de esta región. Se trata de una luz roja que permite aumentar el tamaño, y en consecuencia el poder, de los Pokémon. Algunas de las criaturas reaccionan distinto a esta energía, cambiando su forma a una distinta durante la transformación, lo cual se conoce como forma Gigantamax.
Ese poder misterioso es capaz de volver gigantes a los monstruos de bolsillo por un tiempo limitado (tres turnos) una vez por batalla para que sean capaces de utilizar ataques especiales con efectos benéficos para el propio campo de batalla o perjudiciales para el oponente.
Dentro del juego dichas transformaciones tienen una ventaja táctica pues vuelven inmunes a los Pokémon a muchos efectos, así como les sobrevivir ataques que de otra forma los acabarían, pues dicha transformación duplica los puntos de vida de la criatura bajo este efecto.
En fin, conforme vayamos progresando en la historia, veremos a nuestro avatar convertirse en el mejor de la región Galar, para lo cual deberá retar a los líderes de los ocho estadios hasta avanzar a un torneo final tras el cual enfrentaremos a Leon, el campeón invicto.
Durante el trayecto, habrá distracciones, como la investigación de la historia de Galar por parte de Sonia, adulta acompañante en la aventura (en las últimas generaciones ya piensan que unos chiquillos de 14-15 años no deberían andar solos por ahí), asistente de la profesora Pokémon más prestigiosa de la región, que desea conocer secretos del pasado.
También venceremos a un Pokémon legendario que amenaza la región, y a la vez se le considera fuente de la energía Dinamax. Una vez acabemos la historia principal, podremos adentrarnos en un post juego algo simple en el que conoceremos más de los jefes de estadios y continuaremos observando el (poco) desarrollo del resto de los personajes relevantes. También nos dejaremos por fin al lobo que es portada de nuestro cartucho.
ISLAS Y NIEVES
De igual modo, para estas versiones se hizo un DLC de $30 que se divide en dos partes, la primera, Isle of Armor, que salió en junio del año en curso y la segunda, Crown of Thundra, disponible desde el pasado 23 de octubre.
En el primer DLC nuestro personaje se hará discípulo/a del maestro Mustard, un poderoso entrenador que tuvo bajo su tutela a Leon y nos regalará al Pokémon Kubfu, que evoluciona a Urshifu, un monstruo enfocado al ataque con artes marciales muy poderoso. Casi la totalidad de la historia se refiere a este monstruo.
La segunda parte nos hará enredarnos en los problemas familiares de Peony, exlíder del estadio del tipo Acero, y su hija Peonia, pretexto mediante el cual efectuaremos una excursión en busca de Pokémon legendarios perdidos en la geografía de Las Nieves de la Corona, un paisaje invernal ubicado al sur de Galar. De acá surgió una nueva burla, que durante el desarrollo de esta sección los programadores se dedicaron a hacer nieve.
Durante estas aventuras conoceremos a Calyrex, un poderoso Pokémon legendario que regía como dios de esta localidad donde nos encontramos y debemos ayudarle a recuperar su poder. Asimismo, seremos testigos de excepción de las aves legendarias de Kanto en sus formas Galar y podremos pelear contra los gigantes conocidos como “Regis”.
Ambos paquetes tienen en común la incorporación de Pokémon que no fueron incluidos en el juego, pero aparecieron en versiones anteriores, así como permiten la posibilidad de farmear recursos para obtener ítems o dinero necesarios para triunfar en el modo competitivo.
¿QUÉ HAY DENTRO DE LA POKÉBALL?
Como ya se mencionó, desde que esta versión salió a la palestra pública, ha tenido tantos detractores como defensores, debido a que los gráficos son deficientes, en especial cuando se explora el área salvaje Esta es una parte del mapa en que los Pokémon son dueños del territorio y ven a los humanos como intrusos). Ya que esta área se anunció insinuando una similitud con The Legend of Zelda: Breath of the Wild, uno se siente estafado.
Como si fuera poco, durante los DLC aplican las leyes del área salvaje (se puede girar la cámara para ver con mejor detalle los alrededores), de modo que tampoco se ve para nada bien, en serio, se ve borroso… aparte, los Pokémon pueden seguirnos en un momento de la historia y parece que no pusieron mucho amor a todas esas programaciones.
Dentro de los pueblos, en ciertas partes que requieren mayor detalle y en los pocos cortos tipo cinemática, los gráficos son aceptables. Las batallas se ven bien, pero tampoco es que se cuente con gran variedad de movimientos o animaciones para los sprites, o a la hora de que los Pokémon usan sus técnicas, de manera que acá también quedaron debiendo.
De hecho, los fenómenos Dynamax y Gigantamax son la excusa perfecta para hacer poco, pues todos los pokes utilizan uno de 19 ataques posibles durante este power up, y el movimiento exclusivo de los Gigantamax tampoco destaca ni se diferencia más que en el efecto añadido. Además, cuando los Pokémon de tamaño normal atacan a los Dynamax/Gigantamax, se cortan, omiten o resumen las animaciones.
De la historia mejor no hablemos más, es un collage de pretextos, clichés y autorreferencias mal manejados y botados a la mitad del camino porque al fin y al cabo para qué esforzarse si la gente solo quiere llegar a la parte en que su personaje es campeón(-ona) de la región para entrenar Pokémon y meterse al competitivo (?).
Siempre he considerado Pokémon un juego de pelea atrapado en un planteamiento de JRPG, sin embargo, en este apartado es en el que considero que quedan debiendo más. Atrás quedaron los tiempos de Pokémon Black/White, cuando el rival te hacía pensar y cuestionarte si no era egoísta eso de querer “atraparlos a todos”.
Con los deliciosos ingredientes que se traía y los temas que medio roza (no, no llega a tocarlos), pudo hacerse una excelente trama. No hay conflictos, o al menos no se resuelven, no hay antagonistas, o al menos no llegan a justificarse… simplemente frustrante pese al excelente diseño de personajes y la bonita ambientación.
Tanto así que en mi opinión los cortos de Pokémon Twilight Wings, que se emitieron en parte con el fin de promocionar el producto, tienen mejor historia, acción, coherencia y desarrollo de personajes que Pokémon Sword/Shield, al punto que sí dan ganas de comprarlo, de modo que hicieron un buen trabajo.
En cuanto a la música, la considero muy buena, aunque eso no debería sorprender, pues el líder del equipo detrás del juego es Junichi Masuda (bautizado Melasuda por la cariñosa comunidad hispanoamericana), un afamado compositor para videojuegos involucrado en esta saga desde la primera entrega.
Eso sí, igual tengo un pero, pues pese a la existencia de tonadas geniales y épicas como las batallas en los estadios contra los líderes de gimnasio y los retos a Mustard, las piezas que más suenan, como las de las incursiones contra Pokémon Dynamax o Gigantamax, no son las más memorables de la serie.
ENTRADA A LA ARENA
Una vez esbozado lo malo y lo que pudo ser mejor, quisiera compartir qué ha tenido de bueno esta octava generación, precisamente el juego competitivo. Como jugador viejo de Pokémon (comencé con la Blue Version cuando salió), puedo testificar que este nunca ha sido tan amigable como hoy en día con quienes quieren hacer las cosas legalmente.
Tras varios socollones en el mundo del Video Game Championship (VGC, el formato competitivo de Pokémon), The Pokémon Company por fin se decidió a hacer los cambios justos y necesarios para no dejar botados a los jugadores que no desean o pueden utilizar hacks para verse en capacidad de ganar.
Se requirió un escándalo que incluyó el presunto y muy probable uso de un equipo de Pokémon hackeados por parte del campeón de 2018 durante la competencia en la cual se coronó para que Game Freak diera el brazo a torcer y las mecánicas para obtener Pokémon competitivos fueran realmente inclusivas.
Esta nueva entrega de la aventura permite a los jugadores encaminarse hacia el juego competitivo con más facilidad y en general resulta más democrático, pues por primera vez los power ups estúpidos no dependen de habilidad o grinding por parte del jugador (te estoy viendo, mecánica de las megaevoluciones).
Tampoco el triunfo en una partida se debate en el resultado de un súper movimiento que parece una bomba atómica, que puede o no llegar a su destino dependiendo de qué país se la tire a cuál, pues el jugador menos experimentado está a merced del más conocedor, que podría leerle la intención y hacerle perder de la forma más humillante (sí, es con vos, Movimiento Z).
La mecánica del Dynamax/Gigantamax ha traído equilibrio, rudeza y variedad a los tops de los torneos de VGC, tanto en cuanto al uso de los Pokémon como de caras nuevas en los campeonatos locales, regionales y mundiales, al punto de que muchos nuevos jugadores se han consagrado, no solo en el ámbito nacional sino a nivel global.
Lejos se miran los tiempos en que todos los equipos eran los mismos y los jugadores del top eran los mismos y eso se debe a la manera en que se ha manejado el modo competitivo. Siempre hay y habrá Pokémon que se mantienen en las listas de los más usados, pero no faltan sorpresas, checks ni counters. Hasta se puede rentar equipos de modo que no es ni necesario entrenar a los Pokémon para empezar a competir.
Incluso ahora, que vamos por la sétima serie de batallas competitivas y se incluyó a muchos de los Pokémon que dominaron el metagame desde su existencia, no existen claros dominadores y los equipos dependen de la creatividad, la destreza, la pericia y la resiliencia de quienes los juegan.
Ahora bien, el futuro queda en el aire, pues pese a todas las inclusiones y mecánicas, Game Freak está cerca de agotar el contenido posible del título y habrá que ver de qué nuevas maneras se mantendrá a los jugadores pendientes de los torneos, ya sea locales o internacionales, que han debido pasarse al formato en línea debido a la pandemia. Actualmente, sabemos que no habrá eventos grandes por lo que resta de 2020.
VEREDICTO
En conclusión, Pokémon Sword y Shield son juegos que no pueden faltar a quienes amen la franquicia y quieran dedicarse al juego competitivo, así como a quienes disfruten de los juegos ligeros que den unas 20 horas de entretenimiento, pero desde el punto de vista de juegos RPG, podría nombrar muchísimos más que son mejores en todo. No recomiendo para nada el paquete completo que está a $90.
Considero que, si esta generación se mira en conjunto con la totalidad de sus elementos, merece una calificación de 6/10, si lo miramos solo como una excusa para jugar competitivo, le daría un 8/10 y ni me atrevo a calificarlo, por bajo, de lo poco que le pondría, si fuera un juego que alguien compra solamente para pasarlo.
Esperemos que yo tenga razón en cuanto a mi comentario sobre el motivo de las carencias y que Game Freak nos deje callados a todos en la novena generación... incluso hay rumores que podría haber nuevos juegos antes, como remakes en un futuro no tan lejano.