razón es que con cada compra se contribuirá directamente con el medio ambiente en un porcentaje para la Asociación, quienes trabajan en el desarrollo sostenible con proyectos como restauración forestal, educación ambiental, rescate y atención veterinaria de fauna, prevención de accidentes, entre otros. No solo te llevás un reloj de gran calidad y ecoamigable, sino que también te sumás a preservar la biodiversidad del país”, comenta Tatiana Vargas gerente de mercado de Imporbel, empresa distribuidora de CASIO para Costa Rica, quien confirma que la campaña se desarrollará durante todo abril.
G-SHOCK aplaude la labor de SOMOS CONGOS, porque al cuidar a los congos, protegen también a los perezosos, aves, insectos polinizadores y muchas plantas que dependen de un bosque sano, ya que los monos ayudan a mantener el equilibrio del ecosistema al alimentarse de hojas, frutas y flores, ayudando a dispersar semillas. Además, su actividad permite la regeneración natural del bosque al mover ramas y hojas, creando pequeños claros que favorecen el crecimiento de nuevas plantas.
Problemática que estamos enfrentando a nivel nacional
Costa Rica está enfrentando una serie de problemáticas ambientales que afectan su biodiversidad y equilibrio ecológico. El desarrollo humano, especialmente la expansión urbana y la infraestructura eléctrica, ha generado un alto número de muertes de animales silvestres. La electrocución es una de las principales causas de mortalidad para especies como los monos congos y los perezosos, ya que el tendido eléctrico reemplaza las conexiones naturales entre los árboles.
También se reportan altos números de atropellos y pérdida de hábitat, dejando a muchas especies sin refugio ni alimento.
Aunque Costa Rica ha sido pionero en reforestación y protección de áreas naturales, la deforestación sigue siendo un problema en zonas rurales y costeras, principalmente por la expansión agrícola, la ganadería y el turismo descontrolado. Esto provoca la fragmentación de los ecosistemas, lo que afecta la movilidad de las especies y reduce su capacidad de supervivencia. La llegada masiva de inversionistas y residentes extranjeros, sobre todo en zonas costeras como Guanacaste y el Pacífico Central, ha disparado el desarrollo inmobiliario.
Costa Rica se encuentra en una encrucijada entre el desarrollo y la conservación. Si bien el país ha logrado avances significativos en políticas ambientales, enfrenta retos urgentes que requieren soluciones sostenibles, como la electrificación amigable con la fauna, la planificación urbana responsable y la protección de corredores biológicos. La clave está en equilibrar el crecimiento económico con la preservación de la riqueza natural que hace de Costa Rica un referente en biodiversidad.
Entre los datos de electrocución y atropellos, se tiene que entre junio de 2018 y junio de 2019, se registraron 7.154 casos de electrocución de animales silvestres en Costa Rica, lo que equivale a un promedio de aproximadamente 20 animales electrocutados por día. Las especies más afectadas y el número de casos reportados en ese periodo fueron:
Ardillas: 993
Monos (especie no especificada): 947
Zorros: 603
Martillas: 463
Perezosos: 260
Garrobos: 167
Serpientes: 140
Iguanas: 130
Zanates: 724
Palomas: 617
Zopilotes: 457
Pechoamarillos: 301
En el caso específico de los monos congos (Alouatta palliata), un estudio realizado en PlayaTamarindo en 2021 reportó 142 casos de electrocución, representando un 34% de la población local de esta especie.
En en la península de Nicoya, específicamente en la zona de Nosara, se registraron más de 100 monos aulladores electrocutados en un periodo de cinco meses, según un artículo de Voz de
Guanacaste. Además, en febrero de 2025, la asociación sin fines de lucro "Somos Congos" reportó 14 casos de monos electrocutados en una sola semana en Nicoya, elevando el total a 20 casos en lo que va del año, con 10 muertes confirmadas.
En la Ruta 35, se estima que aproximadamente 4.000 animales silvestres mueren atropellados cada año en solo seis kilómetros de esta carretera.
Durante la primera mitad de 2023, se registraron 34 muertes de felinos silvestres por atropello en las carreteras nacionales. Entre las especies afectadas se encuentran jaguares, pumas, yaguarundis, cauceles y manigordos. En la última década, se han documentado 478 casos de felinos atropellados, de los cuales el 88% resultaron en la muerte del animal, lo que equivale a un promedio anual de 42 fallecimientos desde 2012.
En 2022, se estimó que al menos 10 animales silvestres eran atropellados diariamente en Costa
Rica. Entre las especies afectadas se encuentran reptiles como iguanas y tortugas; aves, principalmente rapaces como gavilanes y lechuzas; y mamíferos como monos congos, puercoespines, armadillos y mapaches.