Han pasado 8 años ya desde el último disco de Metallica: Death Magnetic, el cual en mi opinión demostraba ese lado «comercial» que tanto le abucheamos algunos a la banda y que en mi opinión la única canción salvable que tiene es: All Nightmare Long. Aún así sería un error no hablar de una banda tan grande como Metallica, siendo esta la que dió el inicio a muchísimas agrupaciones que hoy disfrutamos.
En plena gira y después de su visita a Costa Rica, el pasado 18 de Noviembre la banda lanzó su nuevo material: Hardwired… to Self-Destruct, en un formato de 2 discos (3 contando la versión deluxe), lanzado por su propio sello discográfico, Blackened Recordings. ¿Será esta nueva entrega lo que tanto esperabamos? ¿Valdrá la pena aguantar la publicidad incómoda de Spotify para escuchar sus canciones? Aquí está nuestra reseña, ¡Empecemos!
Hablemos del Primer Disco
Este nuevo material inicia con dos de las mejores canciones: Hardwired (una brutal explosión de adrenalina condensada en apenas tres minutos, el corte más directo y breve del conjunto) y Atlas Rise! en mi opinión, es la mejor manera de romper un largo silencio de 8 años y que además me recuerda mucho al sabor de los primeros discos: Ride the Lightning y Kill ‘Em All. Nada de empezar con baladitas instrumentales, el disco te engancha desde un inicio y eso es muy bueno.
A pesar de que la tercera canción «Now That We’re Dead« abandona el speed de las primeras dos, «Moth into Flame» retoma con fuerza, convirtiendose en una de las canciones emblemáticas de esta nueva entrega. Para terminar el primer disco, la banda encaja las canciones: Dream No More y Halo on Fire (de 8 minutos de duración), las cuales bajan muchísimo el nivel de intensidad del disco, a mí en lo personal no me gustan mucho los discos de metal que terminan suaves pero al menos este primer disco termina con una clase de voz magistral por parte de James.
Hablemos del Segundo Disco
Creo que terminar una primera parte de manera lenta para iniciar con una aún más densa y tediosa es un grave error, esto es lo que sucede con la primer canción del segundo disco: «Confusion» y de hecho sucede en todo el camino del mismo, canciones difíciles de tragar, que necesitan prestarles demasiada atención y que además pecan de tener minutos innecesarios, tal vez si no hubiesen sido tan largas no se sentirían tan tediosas, pero bueno estamos hablando de Metallica, el rey de las canciones de 6 minutos para arriba. De este disco me atrevo a decir que lo único rescatable es la canción: «Spit out the bone» que devuelve el tono speed de las primeras canciones del primer disco, tal vez sea porque de acuerdo a mis gustos, las canciones tediosas y largas me aburren y a mi parecer a Metallica se le dan mejor las canciones donde uno como fan puede mover la cabeza para todo lado.
En mi opinión Hardwired… to Self-Destruct peca de extenso y denso, no esperen encontrar en este nuevo material lo que escuchábamos antes y supongo que debe ser de esa manera, es una banda más madura, al menos en las giras no defraudan. Si debo decir que esta vez Hetfield canta mejor que nunca y está igual de inspirado que siempre, Ulrich ha encontrado la comodidad en esos ritmos tan suyos y que vuelve a mezclar seis veces en cuatro compases, Trujillo sigue siendo el mejor instrumentista de los cuatro y Hammett es la madurez del guitar hero, más interesado en el feeling que en el virtuosismo.
En resumen el nuevo disco de Metallica no es perfecto, sus más entrañables fans lo disfrutarán con gozo, yo por mi parte rescato 4 canciones para mi playlist: «A volar tarro» y de paso recordar que Metallica será siempre esa banda polémica «hateada» por muchos y amada por otros, que lleva 35 años de carrera que les ha permitido cosechar más de 110 millones de discos vendidos y uno que otro Grammy. Puede que sea comercial, pero que rico suena el speed.
Nos gustaría saber que opinan de Hardwired… to Self-Destruct, este fue un review de Roheru para mi amada Revista Yume, ¡Nos vemos hasta la próxima!