La última temporada de Game of Thrones presentará una batalla nunca antes vista en la TV. Según Watchers on the Wall, el reparto y equipo acaban de terminar una escena bélica que les tomó 55 noches seguidas para grabar. Ese período de tiempo es el doble de que se ha invertido en otras escenas de acción.
Para celebrar esta importante ocasión, el asistente de director, Jonathan Quinlan, publicó una nota de agradecimiento en Instagram de los Producer Types para los Night Dragons por todo su trabajo:
«Cuando millones de personas alrededor del mundo miren este episodio dentro de este año, no sabrán cuánto trabajaron. No les importará cuán cansados estaban o qué difícil es aguantar temperaturas heladas».
Agregó además que la audiencia de Game of Thrones verá algo que «nunca antes se ha hecho».