La tenebrosa serie de la joven bruja llega a su fin y con ella deja un halo de sentimientos encontrados, así como más preguntas que respuestas; ya que la serie cerró su transmisión, pero no muchos de sus hilos, por lo tanto no fué bien recibida entre sus fans.
Desde que se anunció que la serie llegaría a su fin este 2021, muchos de los espectadores quedaron preocupados ya que en la tercera temporada se abrió un arco totalmente nuevo con el culto a Hécate y de paso dejo una puerta abierta al terror Lovecraftiano.
Lo que mal inicia...
Muchos de los fans de la serie, critican que la decadencia de la misma, se dió con el inicio de esta última temporada, mostrando un argumento muy acelerado y dejando una de las grandes incógnitas del final de temporada pasado, en el aire. Si bien es cierto, al final de la tercera temporada, se mostró a las dos Sabrinas una en el infierno y otra en Greendale, llevando vidas separadas y con todo resuelto.
Además, justo antes de los créditos Blackwood liberó algo en la tierra, ese algo, se sospechaba que era el mismismo Cthulhu, pero a final nunca lo sabremos; ya que la temporada final inició con los Horrores Arcanos pero se dejo de lado la criatura que liberó Blackwood y qué pasó con ella, así como de si era o no uno de los horrores arcanos.
Podríamos calificar esta temporada como floja y no por el argumento del guión, ya que contaba con excelentes elementos para desarrollar una historia completa y llena de enemigos letales, recordemos que los arcanos han sido mencionados a lo largo de la historia de la literatura de terror como seres mitológicos y casi invencibles.
Lastimosamente en esta temporada de Sabrina los vemos como una vaga idea de lo que pudieron llegar a ser y literalmente no vemos su enorme y devastador poder a cabalidad. Lo flojo de la temporada se debe tal vez a un guión mal adaptado o forzado, que realmente no tiene continuidad ni un final apropiado para una serie tan fuerte como lo fue Sabrina.
Callejones sin salida
Otro de los grandes problemas que presentó la temporada final fue el dejar muchos arcos inconclusos o contradicciones en el guión. Por ejemplo, recordemos que durante la tercera temporada la tía Zelda tiene una visión futurista que le ilumina a derrotar a los Paganos, sin embargo debido al final de la serie y el destino de Sabrina esto no pasará nunca.
Además en otra visión en una temporada atrás Sabrina se convertiría en el Heraldo del Infierno y traería caos y destrucción, sin embargo eso tampoco sucederá. Otros arcos que quedaron inconclusos son la revelación que tiene Rose durante la mitad de temporada y también qué pasó con Nick y como pudo llegar a donde estaba Sabrina.
La serie venía con un hilo argumental muy detallado y continuo, pero en esta temporada se perdió ese hilo y estos y otros argumentos quedaron a la deriva dejando a los miles de espectadores que tenía la serie con un sabor agridulce en la boca, algo que al parecer se está presentando en las más recientes producciones de series y que hemos visto incluso en sagas de películas.
Al parecer los tentáculos de la pandemia que inició en 2020, lograron afectar estas super producciones, que literalmente tuvieron que ingeniárselas para las grabaciones y la post producción de los episodios; Cabe destacar que ni aun con la vijea formula del crossover, se pudo respcatar algo que tenia un futuro tan alentador como lo era de la serie y sus historias.
El síndrome de Game of Thrones™
Así es como se le conoce últimamente a las series o sagas de películas que tienen un excelente inicio en sus temporadas iniciales, con argumentos sólidos, giros en la trama, momentos de suspenso y finales muy a lo cliffhanger, pero que hacia el final de la serie decaen en la simpleza y el declive y que tiran por la ventana todo lo bueno que se hizo.
Dejando también cabos sueltos y sacando finales para sus personajes o tramas debajo de la manga y sin ninguna explicación; forzando cierres de manera atropellada o como lo es en el caso de Sabrina, eliminado la línea argumental de las temporadas anteriores e interponiendo nuevos giros sin ningún tipo de sustento y contradiciendo hasta su propia historia.
Se le llama así a este síndrome debido a lo que sucedió con la serie de HBO™ Game of Thrones™, que tras seis excelentes temporadas, inició su declive en la séptima temporada y para su octava y última temporada cayó en un pozo oscuro de argumentos flojos y cierres de personajes demasiado rápidos, forzados o innecesarios; incluso dejando un final tan cuestionable que los mismos fans de la saga consideran si sera asi el final de las novelas.
Esto justamente fue lo que paso con Las Oscuras Aventuras de Sabrina, que arrancó en sus primeras dos temporadas como pocas series lo han hecho, usando el recurso de la herejía, el satanismo y la brujería como argumento central y mostrando una versión alterna de lo que conocemos como una bruja, pero que terminó cayendo en el mismo poso que Game of Thrones™ y muchas otras series.
Conclusiones
Algo que los fans de la serie también lamentaron fué que a pesar de los muchos easter eggs a Riverdale (serie del mismo director) nunca hubo el esperado Crossover. Argumento que además pasó en los cómics donde se basa la serie y que incluía incluso un apocalipsis zombie provocado por la misma Sabrina en pos de salvar a Greendale de su fin.
En conclusión podríamos rescatar las actuaciones que esta vez estuvieron a la altura de las grandes producciones de Hollywood, y que ayudaron a no dejar caer tan rápido la serie, además la fotografía esta vez fue mas oscura y variada, en comparación con sus antecesoras temporadas. Es decir un final de serie que dejo mucho que desear pero se puede rescatar la parte humana y técnica en el proyecto, sin duda alguna algo que no esperábamos de Sabrina y sus oscuras aventuras.