¿Le vino bien a Lucifer el cambio de Fox a Netflix?
Como bien se abordó anteriormente en la entrega Lucifer Morningstar: Revelado, las temporadas de Fox nos abrieron la posibilidad a un nuevo personaje que había sido siempre explorado de forma plana y con poca profundidad mostrando solamente el lado «malo e insensible» del diablo, pero que ahora se nos presenta como -literalmente- un «ángel caído con problemas de identidad» que logra llamar la atención de miles que incluso se pueden sentir representados con sus problemas existenciales.
Ahora bien, sé que estarán de acuerdo conmigo cuando ‘digo’ que Fox ya había perdido el rumbo de su personaje al llegar a la tercera temporada pues la serie se terminó convirtiendo en un drama policial más del montón que hay y en lugar de darle el giro contundente para volver a sus inicios decidieron cancelarla. Pero ¡hey! como dice el dicho: «no hay mal que por bien no venga»
Pues ese fue el momento oportuno que se le presentó al tío Netflix quien dijo: «hey Foxy, déjamela a mí». Gracias a eso pudieron retomar muy bien la esencia del personaje como tal, centrándose mucho más en los aspectos sobrenaturales y fantásticos que esta increíble serie puede -y debe- ofrecer a su leal audiencia.
La tercera temporada nos dejó un mal sabor de boca ya que, si lo pensamos de forma objetiva, el exceso de escenas de personajes teniendo relaciones 24/7, violencia sin fin y el gore en exceso no aportaban mucho a la trama principal ni al desarrollo de los personajes pues esos detalles eran presentados como situaciones de relleno extremo para que se pudieran completar los 20 episodios exigidos por Fox antes de cancelar la serie.
Sin embargo cuando Netflix la retoma y decide llevar a cabo tan solo la mitad de episodios, es decir solo 10, los fans nos sorprendimos mucho e incluso algunos estuvieron en contra de la desición pero tras ver la temporada completa, nos damos cuenta que esa drástica acción valió toda la pena del mundo.
Tío Netflix nos presentó un Lucifer renovado que se volvió a enrumbar por el «buen camino» de lo que inició siendo en su cautivante 1era temporada y -aunque nos siguen complaciendo con sensuales desnudos, algo de gore y violencia-, no se nota forzado sino que se da como algo muy natural que fluye al ritmo de lo que se nos presenta visualmente dentro de la idea de los guionistas.
Incluso cuando presentan a un nuevo personaje llamado Eva, vienen a darnos un giro radical al momento de fractura en la complicada relación entre Lucifer y Chloe. Dicha presencia desatará detalles importantes e interesantes que capturarán al espectador y lo harán desear saber más de la historia de los personajes tanto principales como secundarios. Algo muy bien logrado ante las pocas expectativas que se tenían al rescatar la serie.
De mi parte, la serie es altamente recomendada pues con ella podrás disfrutar del drama, reír de diversión y llorar ante los altibajos de los personajes quienes cada vez adquieren mayor profundidad conforme avanza la serie.
Fresca y renovada, esta cuarta temporada ha sido una excelente puesta en escena de parte de Netflix y -si los números del gigante del streaming lo permiten-, tendremos mucho más de Lucifer por explorar. Así que ahora solo nos queda esperar por una merecida quinta temporada.
Y recuerda, si te llegas a enfrentar a una difícil elección, solo hazte una pregunta… ¿WWLD?
¿Ya viste la 4ta temporada? ¿¡Qué te pareció!? ¿Le cambiarías o agregarías algo? ¿Qué no te gustó? ¡Comenta!
¡Nos leemos!
Danny UM