Ciertamente no vi Matrix en su estreno, cuando estaba chico, había escuchado bastante de esta película, pero mi encuentro con ella fue a la vieja usanza: transmitida por televisión una noche cualquiera.

En un viejo televisor que tenía en mi habitación, tirado en la cama, empecé a ver la película sin saber lo que me esperaba. Ni los cortos comerciales, ni el ruido fuera de mi habitación hicieron, que mi experiencia fuera menos que grandiosa.

Matrix se convirtió casi instantáneamente en mi película de Ciencia Ficción favorita. Tuve la dicha de no tener idea de que vendría, luego de que Neo escogiera que píldora tomar. La revelación de la verdad en el filme, desde ese entonces, ha traspasado la frontera de la ficción para formar parte del consciente colectivo. Hay que aceptar, que muchos hemos pensado en la posibilidad de que nuestra realidad, no sea verdad. Y no se requirió la lectura de un libro de filosofía, o una clase de metafísica, para que ese cuestionamiento llegara a las masas.

Filosofía, ciencia y tecnología

Algunos detractores del mensaje de la película, se escudan diciendo que la idea que proponen las hermanas Wachowski, no es una revelación, y que otros pensadores desde la época clásica lo han propuesto. Por su puesto que Platón mostró en su momento el mito de la caverna, Descartes también se preguntó ampliamente sobre la falta de seguridad que tenemos para saber que es real y que es un sueño. Pero no se trata de que Matrix haya o no creado un nuevo cuestionamiento. Sino que, jugó sus cartas y logró ser una propuesta que llegó a las masas. Una mega producción de acción y ciencia ficción destinada al mero entretenimiento que innovó técnicamente con el uso de la cámara y los efectos visuales y que además ¡estaban justificados por el argumento de la historia!

Y es que, dejando de lado el análisis filosófico, la película además destacó por muchos aspectos originales. Desde el uso de las gabardinas negras con gafas de sol y los pantalones de latex hasta la combinación de las artes marciales con armas de grueso calibre. Todo un espectáculo en pantalla, que hoy en día, después de veinte años, sigue viéndose atractivo.

Como dije antes, Matrix, es de mis películas favoritas, solo que estoy seguro de estar acompañado de muchas personas más, que se emocionan al ver esa lluvia verde en un monitor de computadora.