por Alicia Víquez

Conforme van pasando los capítulos de esta sexta temporada, que prácticamente ya sobrepasó la narrativa de George Martin, los “lectores”, nos estamos adentrando en esa oscuridad de la que Jon volvió y en la que han vivido por 5 temporadas quienes no han leído los libros. Entre conjeturas y teorías de las cuales algunas se van descartando, otras ni se les ha prestado atención ya que la línea argumental a la que obedecen ni siquiera se ha mostrado en pantalla y otras que simplemente se nos han reventado en la cara sin tapujos ni misterio (que en cierto modo es parte del atractivo de los libros) hemos vislumbrado ciertos desenlaces, pero hasta ahí.

Como lectora, me encantaría que la serie mostrara gran parte de los que se cuenta en los libros, pero hay muchos factores que uno desconoce de la producción de una serie de televisión de tal envergadura, como para exigir una total fidelidad, por lo que en esta reseña trato de exponer mis opiniones ante un material que está basado en los libros no en una copia literal de ellos, me parece injusto sobre todo a sabiendas que sin la serie de TV no hubiera conocido este universo tan rico no solo en fantasía sino que también, en humanidad. Trataré de basarme en la coherencia de la serie en sí misma y en el cómo los productores están dibujando su versión del camino que en apariencia tendrá el mismo punto de llegada que el material original.

Aquí vamos:

Nuevamente todo comienza… y termina en el Norte…

Valar morghulis… todos los hombres deben morir… pero ya vemos que algunos de una u otra forma burlan al Desconocido y vuelven…

Ante la mirada maravillada de Davos (¿Quién no ama a este personaje?) y la felicidad de Melisandre de ver recobrada su fe, vemos a un Jon revivido, desorientado y con muchas incógnitas, (al igual que nosotros), pero con par de certezas: 1. No ha olvidado y 2. En el más allá solo hay NADA para él (al menos por ahora).

“No soy un dios”- le dice a Tormund, un personaje que junto a Edd el penas no solo han demostrado su fidelidad al ex Lord Comandante sino que también se han ganado la simpatía de los fans. Paradójicamente mientras que Jon trata de deshacerse de ese halo mesiánico, Melisandre no duda en decir lo que se ha teorizado por muchos años:- “eres el rey que estábamos esperando”-, ¿Azor ahai?, talvez…

Rápidamente volvemos a ver a un trío que algunos habían olvidado: Sam, ese divertido y a la vez exasperante personaje que ni le pasa por la mente lo que ha ocurrido en el Castillo Negro, a su querida Gilly y a su bebe “baby Sam” que por fin después de un par de temporadas lo veo algo crecidito. A veces me pregunto si el tiempo de la serie es igual a la de los libros donde el mismo Martin ha declarado que según el personaje desde el cual se está relatando el punto de vista pueden pasar horas o hasta meses entre capítulos.

Gilly no podrá acompañar a Sam a la Ciudadela, si no que se quedará en las tierras de Colina Cuerno, asentamiento de los Tarly. Con este hecho Sam está quebrantando su promesa (Oathbreaker) de que nunca la iba a abandonar. Será muy interesante ver la reacción de la familia Tarly al ver a su primogénito llegar con una mujer salvaje y su hijo. De antemano sabemos que la relación de Lord Tarly con Sam no es la mejor del mundo; él mismo lo mandó a la Guardia de la Noche. A manera muy personal, me comen las ganas de ver a Randyll Tarly ya que en los libros se retrata como uno de los mejores comandantes en batalla de todo Poniente y por lo tanto antagónico a la personalidad de su hijo. La historia de Sam en la serie aún no ha rebasado la de los libros pero se han realizado tantos cambios que lo que más me inquieta es ver cómo va a evolucionar este personaje fuera de la sombra de Jon, quien le encomendó la tarea de averiguar todo lo posible sobre los Otros y el vidriagón; y del abrigo de Gilly, mientras transita ese camino en pos de ser lo que siempre soñó: un Maestre de la Ciudadela. Me emociona saber que a través de los ojos de Sam veremos por primera vez en la serie Antigua y la Ciudadela, además de Colina de Cuerno.

Llegamos a uno de los puntos cumbres y más esperados de toda la serie tanto por lectores, los cuales conocemos la escena través de un sueño de Ned en el primer libro de la saga, como por los no lectores que apenas el episodio pasado cayeron en cuenta de que gracias a Bran y su entrenamiento podrán acceder a muchas cosas que no han sido vistas en la serie (algunas ni en los libros) y que en apariencia, serán fundamentales para el desenlace de la historia. En buena hora los productores desecharon la idea de no recurrir al flash back.

La visión de Bran y el Cuervo de Tres ojos (espero que en algún punto revelen quién es este personaje, ya hay teorías sobre ello) nos lleva cerca de Dorne (pero no al Dorne actual gracias a los Siete), al pie de las Montañas Rojas, a la Torre de la Alegría, al último evento bélico de la de Rebelión de Robert y en donde nuestro querido joven Ned y compañía se las apañan para rescatar a su hermana Lyanna que ya vimos en el capítulo anterior en otro flash back. Para ello, tienen que enfrentar a dos Guardias Reales de la corte del último Rey Targaryen. Uno nada más y nada menos  es Sir Arthur Dayne “La Espada del Amanecer”, el mejor espadachín de todo Poniente, amigo cercano del para ese momento ya difunto príncipe Raeghar Targaryen (sí, el hermano mayor de la Dany, que en apariencia secuestró a Lyanna y por ello se desató la rebelión).

-“Esto está por empezar”-, -“No, esto ahora termina”-:la escena es emocionante de principio a fin, me desilusionó un poco el que hayan cambiado algo los diálogos originales ya que creo que hubiera quedado bien en pantalla sobre todo para explicar a los espectadores en que momento de la historia se desarrollan los hechos. Aunque no apareciera explícitamente Albor (la espada mítica de acero valyrio de Sir Dayne) la confrontación a doble espada me pareció sensacional. Cinco contra 2, al final solo Ned y Dayne quedan en pie, siendo abatido este último gracias a la sorpresiva intervención de Howland Reed, al quien el espectador daba por muerto y que curiosamente es el padre de Meera, la chica que acompaña a Bran en su travesía más allá del Muro.

Además de la batalla vemos como Bran trata de lidiar con todo lo que está viendo; el presenciar los hechos que le fueron mil veces contados y percatarse que no todo sucedió como se le narró es algo decepcionante para él. Lastimosamente la serie no indica quienes son los que le cuentan esta historia a Bran, apuesto a pensar que no fue precisamente Ned, sino que, como sucede en ese tipo de hazañas, el relato se fue deformando al pasar el tiempo. La historia la escriben los vencedores, dicen por ahí. En los libros es bien sabido que Ned expresamente agradece la intervención de Howland aunque nunca se dice que el ataque a Sir Arthur lo realizara por la espalda. ¿Quién viendo a su amigo en apuros, no haría lo que fuera por salvarle la vida? juzguen ustedes.

Con Ned muerto, tenemos solo un testigo de lo que sucedió en la Torre de la Alegría, ¿será que veremos a Lord Reed y que este tenga alguna papel relevante para la trama?

Pues bien después de todo el estupor que la escena nos brinda, los gritos de una mujer nos recuerda el por qué Ned está allí y al borde de la silla estamos tan ansiosos como Bran de ver que hay dentro de la Torre, cuando inoportunamente el Cuervo Tríclope nos quiere sacar de la escena tal cual “coitus interruptus”, pero dando chance a Bran de gritarle a su padre, dejándonos con la idea de que éste quizás logra escucharlo. ¿Podrá Bran comunicarse con el pasado o es un simple espectador? El Cuervo le recuerda a Bran: -“El pasado está escrito. La tinta está seca”, cómo queriendo decir: “No puedes cambiar el pasado” pero, ¿y el futuro? Hay miles de teorías desde las más contundentes hasta las más descabelladas, basta con adentrase en cualquier foro en la red dedicado a la saga. Por lo pronto sabemos que aún no es el momento de que Bran sepa todo, ni nosotros tampoco.

Ahora es el turno de Dany. debo de ser sincera, es de las partes del capítulo que menos me llaman la atención, con su trama ya rebasada a la de los libros, y arrastrando cierta desazón de la quinta temporada. Lo rescatable de la escena es que vemos cuál hubiera sido el destino de Dany si en aquel glorioso final de la primera temporada la khaleesi no hubiera “dado a luz” a esas tres potenciales armas de destrucción masiva como son los dragones, para luego decidir conquistar el mundo. Sin dragones, sin Inmaculados, sin consejeros, sin nadie, vuelve al Vaes Dothrak, donde el dosh khaleen (grupo de viudas de khal) le aplican a su soberbia un “ubicatex” que quizás sea necesario para su evolución como personaje. Creo que es en éste punto cuando su libertad es limitada a la “capital” dothraki, dónde Dany debería apañárselas sola para salir de ahí y retomar las riendas de su reino y de una vez por todas decidir si se queda en Meereen o si zarpa a Poniente. Lastimosamente viendo los adelantos del próximo capítulo donde vemos a Jorah y Daario, y no descartando la aparición efectivista de Drogon, creo que esa lección de humildad para Dany no será aprovechada y ella será rescatada tal cual damisela en apuros. Es una lástima lo que han hecho los productores con la trama de Dany, ya que parece que solo fuera pretexto para mostrar dragones y punto. Veremos qué pasa.

Cerca de ahí, pero no tanto, nos encontramos a Varys en Meereen. Un Varys algo blanqueado y menos enigmático que en otras temporadas (para no hacer alusión al del libro jajá). Vemos cómo es capaz de sacar información sutil y elegantemente y vemos como seguramente ha sido su proceder durante toda la serie. El hecho de que la prostituta tenga un hijo y que quiera mandarlos  en barco a quién sabe dónde despierta ciertas teorías de cierto  jovencito que pareciera que no va a aparecer en la serie, o tal vez sí; como otras tantas cosas que habrá que esperar.

La siguiente escena donde vemos a Tyrion, Gusano Gris y Missandei me resulta insufrible, y creo que para Tyrion también. Hubieran puesto un juego de sitrang, en vez de tan insulsa pseudo charla.

La trama de Meereen es un meollo grande que la serie ha sabido parcialmente simplificar a través de la información que obtiene Varys: las antiguas ciudades conquistadas por Dany han vuelto a caer en manos de los Esclavistas y ellos son los que financian a los Hijos de la Arpía. El Consejo Real necesita ayuda urgentemente si no quieren ver a Meereen destruida. ¿Usarán a los dragones o serán los “pajaritos” de Varys los que les darán las armas que necesitan para afrontar tan precaria situación?

Dicho esto, me encanta la transición que han hecho entre la mención de los “pajaritos” de Varys y la aparición de los que tiene o tenía en el Desembarco del Rey. Ya no es un secreto, los pajaritos son niños desamparados que a cambio de pan son tan leales como la monstruosidad que ha generado Qyburn con “La Montaña”, otra teoría que nos revientan en la cara a los lectores.  Este guerrero será necesario para el Juicio por Combate de Cersei, porque sí señores, aún la Reina Madre no se ha librado del acoso de los Gorriones, y tiene que poner su vida en el estrado para que los Siete la juzguen. No tengo claro una cuestión: ¿Cersei quiere tener a los “pajaritos” en todo lado para que le cuenten que se conspira en cada extremo de Poniente o es para saber si se burlan de ella? No le veo sentido, a sabiendas de que el Desembarco está en descontrol y los Gorriones son los que prácticamente tienen el poder debería ocuparse primero de ellos, más que del qué dirán.

Por otro lado el personaje de Jaime me tiene decepcionada, todo esa evolución de villano asesino de niños en el piloto de la serie a caballero que quiere cumplir sus juramentos de la tercera temporada, se ha tirado a la basura. Vemos a un Jaime lambiscón de su hermana, con cero malicia como para preguntarse por qué es que la han estado condenando. ¿Será que próximamente se enterará de que el amor puro y fiel que él le profesa no es correspondido y  volvamos a ver al Jaime que le entregó a Guardajuramentos a Brienne y con ello la promesa a Catelyn de encontrar a sus hijas?  Y ni siquiera me atrevo a comparar a este Jaime con el de los libros, tengo la fe de que algo ocurrirá y tendremos a ese Jaime “evolucionado” de vuelta.

Por cierto, en vez de estar haciendo alardes del poder que simplemente no tienen en el Consejo Real, los hermanos Lannister deberían de estar más tiempo con el Rey Tommen si es que quieren mantener cierto poder aprovechando la recién reconciliación madre-hijo. En cambio lo dejan sólo y éste aprovecha para ir donde el Gran Gorrión a imponer su voluntad como rey que es. El pobre güila no se da cuenta que es comido vivo por un hombre piadoso y sobretodo manipulador. Vislumbro que Tommen se convertirá en la nueva arma de la Fe para derribar a los ricos del poder.

Algo que me gusta de este capítulo y que se palma muy bien en la trama del Desembarco es el regreso de las intrigas, conspiraciones y demás trajines palaciegos, que se habían olvidado desde la  mitad de la temporada 5 y que por lo tanto tornaban a la serie algo efectivista  con muchos fuegos artificiales pero nada de sustancia, que solo buscaba la reacción del espectador  y punto. Nuevamente volvemos ser testigos de los atisbos del juego de tronos que tanto diferencia a la serie de otras de su género.

Cruzando el mar Estrecho, vemos a Arya aun ciega, mas ya no mendiga en la Casa de Blanco y Negro. Descubrimos que su lista se ha acortado, que le tomó cariño al Perro y que a punta de golpes ya es Nadie. Recupera la vista no sin antes lograr al mejor estilo Daredevil capearse un par de golpes que le propina la “Niña Abandonada”, la cual no se muestra muy contenta. Tengo mis dudas de hacia dónde va la trama de Arya, pero me permite lanzar ciertas conjeturas: ¿Logró el entrenamiento doblegar su orgullo y hacerla olvidar el pasado o ella ha aprendido muy bien el arte de mentir y le ha hecho creer a su mentor que ella es Nadie, y estamos ante una Stark todavía?

De vuelta al norte en Invernalia vemos que Ramsay sin tener la vena de estratega de su padre se ha hecho de algunos aliados. El por qué y el cómo no me terminan de convencer, muchísimo menos de los Umber leales a los Stark. Con ellos nuevamente vuelve a acotación el título del capítulo. Los Umber traicionan, entregando al Benjamín de la camada, Rickon Stark, junto con Osha y matando a su wuargo Peludo, los cuales no veíamos desde hace tiempo atrás y que en cierto modo esperábamos que se reunieran al menos con Sansa. Quisiera pensar que todo es una trampa; que todo está orquestado para ver caer a los Bolton o mejor dicho al que queda de ellos. Sabiendo cómo es la serie tengo mis reservas. ¿Dónde está el emblemático “The north remembers”? A esperar qué futuro le tiene deparado Ramsay al pobre de Rickon.

Cerrando capítulo estamos de nuevo en el Castillo Negro, después de escuchar a cada uno de sus verdugos, sobre todo a Sir Allister Thorne, quien por el tono pareciera que le estuviera lanzando una maldición,  en una escena donde varias veces nos hacen creer que Jon no lo hará, que aún es el bonachón Snow, Jon ejecuta a sus ejecutores inclusive a Olly que en una última mirada despliega odio, tanto como el que muchos fans desplegaron desde su aparición y que se intensificó al final de la pasada temporada.

Es muy extraño ver que alguien que haya pasado por una experiencia traumática consiga seguir siendo el mismo de antes ¡imagínense entonces qué significa volver de la muerte! Aunque vislumbramos algunos atisbos de cambio aún nos falta determinar qué tanto del Jon que conocemos se quedó en donde el vio NADA y ya no es el mismo Jon, tan correcto, tan perfecto, tan blanco. Si seguimos viendo al “buenazo», sentiría que los productores no han sido capaces aprovechar tal oportunidad de darle al personaje una mayor complejidad y profundidad más allá del pobre bastardo de Invernalia advenedizo a Comandante de la Guardia de la Noche, y se han quedado con la idea de complacer a ese público que le encanta los polarizado mas no lo gris. Si fuera así, lanzo la pregunta… ¿de qué sirve revivirlo entonces?

Está hecho, Jon termina con su deber, renuncia a su puesto dándoselo a Edd (¡qué va a ser de esa guardia!), con un épico –“Mi guardia ha terminado”. Muchos dirán:- ¡ha roto el juramento! (Oathbreaker otra vez)- pero les recuerdo que ya Jon ha muerto y con él sus votos. El Jon que ha vuelto a la vida se ha liberado de ellos…