La recomendación de hoy, aprovechando que es Día de Muertos, es un libro de cuentos donde cada uno de éstos aborda el tema de la muerte de una forma distinta. El libro es “Nuestro mundo muerto” de la boliviana Liliana Colanzi.

La autora

Nacida en Santa Cruz, Bolivia el 27 de marzo de 1981 es escritora, editora y periodista. Estudió Comunicación Social en la Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra. Tiene una maestría en Estudios Latinoamericanos por la Universidad de Cambridge. Es doctora en Literatura Comparada por la Universidad de Cornell, donde actualmente es profesora de Literatura Latinoamericana.

Ganó el concurso nacional de microrrelato en Bolivia en 2004. En 2015 ganó el Premio Internacional de Literatura Aura Estrada, galardón otorgado a escritoras menores de 35 años que escriban en español y residan en México o Estados Unidos. En 2017 fue finalista del Premio Hispanoamericano de Cuento Gabriel García Márquez con su libro Nuestro mundo muerto. Ese mismo año fue elegida entre los 39 escritores latinoamericanos menores de 40 años más destacados por el Hay Festival de Cartagena.

Su obra literaria incluye las siguientes obras, todas en el género de cuento:

• Vacaciones permanentes (2010)
• La ola (2014)
• Nuestro mundo muerto (2016)
• Chaco (2020)

Los relatos

Nuestro mundo muerto es un libro con 8 cuentos que abordan la muerte desde diferentes ángulos. La muerte es un tema que siempre está presente en nuestra cotidianidad, aunque no siempre es algo de lo que se quiera hablar. Desde niños nos hacemos preguntas sobre qué sucede después de la muerte y buscamos entenderla, estos cuentos buscan en cierta forma darnos diferentes respuestas.

Con 5 de los cuentos ubicados en su natal Santa Cruz, Bolivia y otros en diferentes lugares, incluyendo Marte, se busca analizar un poco ese tema del que nadie habla pero que siempre está presente. No hay forma de librarse de la muerte, pero a lo largo de los relatos podemos ver como puede ser esperada y no por eso menos dolorosa o inesperada y traumática. A la vez los mismos se nutren de la propia cultura boliviana, por lo que pueden servir también para entender un poco más las supersticiones y costumbres de otro país de Latinoamérica.

Sin lugar a duda, Nuestro mundo muerto nos hace plantearnos algunos abordajes sobre la muerte que quizás nunca habíamos considerado. Desde qué sucede con las almas en El Chaco hasta la mirada infantil y supersticiosa en Alfredito definitivamente dejan mucho en qué pensar. Después de terminar el libro no hay forma de no preguntarse qué es lo que realmente sucede con nuestro mundo muerto.