El rendimiento y velocidad de un equipo depende de varios componentes, entre los que destacan módulos de memoria RAM y Unidades de Estado Sólido (SSD).
Diversas han sido las repercusiones ocasionadas por las fallas “Meltdown” y “Spectre”, y que han hecho cuestionar la seguridad de múltiples procesadores, generando la preocupación mundial. Una de las consecuencias más directas, y que afecta a millones de usuarios es que luego de instalar los parches en el sistema operativo, sus equipos registran bajas significativas en cuanto a velocidad y performance.
Francisco Silva, Gerente de Territorio Chile-Perú de Kingston Technology, afirma que “el rendimiento y performance de un equipo no solamente depende del procesador, que en el caso de algunos notebooks es irremplazable. También existen otros componentes que son igualmente relevantes en la velocidad que pueda tener un computador”.
Unidad de Estado Sólido: Más resistente y sin veloz
En este sentido, un elemento a tomar en cuenta por usuarios que todavía poseen discos duros convencionales en sus equipos es la migración a una Unidad de Estado Sólido (o SSD, por sus siglas en inglés). Este componente almacena los datos en chips interconectados con memoria flash, pudiendo ser incluso 10 veces más rápido que un disco duro convencional que opera mecánicamente.
Adicionalmente, al no tener partes móviles, la Unidad de Estado Sólido se vuelve más resistente a golpes y caídas, mientras que un disco duro convencional puede sufrir una avería significativa, que podría incluso derivar en la pérdida total de los datos que almacena.
Desde que salieron al mercado, las SSD han tenido algunas evoluciones, y la última está relacionada con el formato PCIe NVMe (Non-Volatile Memory Express, por sus siglas en inglés), que alcanza velocidades increíblemente superiores, además de lograr un mejor rendimiento y ser más eficientes.
Para aquellos usuarios que buscan hacer por primera vez la migración de disco duro a SSD, una buena alternativa es la SSD A400 de Kingston, que ofrece enormes mejoras en la velocidad de respuesta, y que brinda lapsos de arranque, carga y de transferencia de archivos increíblemente más breves en comparación con las unidades de disco duro mecánico. Este componente ofrece velocidades de lectura y escritura de hasta 500 MB/s y 450 MB/s1, respectivamente.