La serie creada por Sam Catlin, Seth Rogen y Evan Goldberg, sobre una novela gráfica de Garth Ennis (también productor de la serie) y  Steve Dillon, está a punto de concluir su segunda temporada. El 11 de septiembre se emite el season finale en Estados Unidos (AMC), y esa misma semana llegará a HBO España. La historia del predicador Jesse Custer y su sobrenatural compañero de cuerpo, Génesis, comienza a coger ritmo, después de la, para muchos, excesiva introducción al universo Preacher que fue la primera temporada. Viñetas y serie comienzan a confluir, para alegría de la legión de fans del cómic de culto de los 90.

Y es que el arranque de Preacher generó sensaciones encontradas. Se esperaba un cóctel irreverente de road movie, western, slasher… todos los ingredientes que aparecen en la obra de Ennis y que parecían encajar a la perfección en el catálogo de series de AMC. Sin embargo, el arranque de la serie prefirió ahondar en los orígenes de los personajes, alejándose de la estructura de la versión impresa. Se nos presentaban los antecedentes de un vampiro irlandés, parte de la historia de una mujer torturada por su pasado y su explosivo carácter, y la relación con lo paranormal de un predicador torturado por los demonios de su pasado; pero la locura y el humor del clásico del cómic todavía no acababan de estar ahí.

Con esta segunda temporada hemos llegado al condumio: aparece esa inquietante asociación que es Grial, con su trasunto de la historia del Priorato de Sion; personajes icónicos como el indestructible Santo de los Asesinos (la versión western de Terminator) o ese carácter maravillosamente dibujado de Herr Starr y su ascenso a lo más alto del Grial. Vuelven también algunos de los personajes secundarios de la primera temporada en forma de historias paralelas a la trama principal, así conoceremos las tribulaciones de Eugene en su paso por las celdas del averno y la conversión en estrella del espectáculo en Las Vegas del inmortal Fiore.

En cuanto al trabajo de los actores, Joseph Gilgun sigue impecable y es la viva encarnación del Cassidy dibujado por Dillon e imaginado por Ennis. Ruth Negga parece haber acabado con la contraversia sobre la falta de parecido con la espectacular rubia del original, gracias a su calidad interpretativa y la energía que transmite al personaje, y Dominic Cooper parece estar centrando la voz de su personaje -hasta ahora, un tanto errático- que cada vez resulta más sólido y creíble.

Lo cierto es que la gestión narrativa de la segunda temporada poco ha tenido que ver con la primera temporada. La confianza de AMC en la serie y el equipo, que encaja muy bien en su línea de contenidos, ha dado ya sus frutos y se demostró con la libertad con la que se ha rodado esta segunda entrega de Preacher -y ya parece haber los primeros indicios de una tercera-, y eso a pesar de unos resultados de público y crítica que no se pueden calificar de espectaculares. Es evidente que en el presente de la cadena hay vida más allá de la promoción de Fear of The Walking Dead, aunque sea este un negocio muy rentable, sobre todo cuando implica colaboraciones con terceras empresas.

Sobre la siguiente temporada, y según informa Screen Rant, AMC podría estar negociando los detalles del rodaje de una nueva ronda de episodios con intención de estrenar en 2018. Se habla de solicitudes de permisos para seguir rodando en Nueva Orleans, escenario de la mayor parte de esta temporada, e incluso llegó a filtrarse una posible fecha de comienzo para el rodaje, que sería en enero de 2018. Nos quedamos a la espera de una ya deseada continuación, porque esta segunda temporada nos ha dejado con ganas de ver si la tercera será la de la confirmación de una serie que comienza a encajar unas piezas dotadas de un potencial extraordinario.