Una hermosa aventura para los fanáticos de la saga The Legend of Zelda.

Ya ha pasado alrededor de más de un mes desde el lanzamien­to del último título de The Legend of Zelda con el famoso y esperado: Majora’s Mask 3D, pero hoy no hablaremos de él, sino que nos devolveremos a un par de años atrás, aproximadamente en noviembre de 2011 con el lanzamiento de “The Le­gend of Zelda: Skyward Sword”. Un juego que al ser revelado por Nintendo no dudé en adquirir y esta semana he decidido rejugarlo en mi consola Wii.

La aventura inicia en la ciudad de Altárea, una de las islas flotantes de Celéstea. Link se ha criado en esta isla junto a Zelda siendo amigos desde la infancia con una relación muy estrecha y especial. Al poco tiempo de comenzar la aventura un suceso hará que Zelda desaparezca y a Link le aguardará un importante destino, no en el cielo sino en las tierras inferiores donde es inaccesible y tan solo se había escuchado por sus leyendas; conformado por tres enormes escenarios que no están conectados entre sí.

Otro punto interesante y bien sabido es que la historia de The Legend of Zelda es bastante compleja y su idio­ma es parte de un mito muy antiguo como para ser tra­ducido. Pero eso quedó en el pasado ya que parte del equipo de zeldauniverse.net ha logrado descifrar el código, con lo cual pudieron traducir el lenguaje del juego a nuestro idioma.

La variedad de este juego fue totalmente diseñada para apotar la estructura del mismo: en determinadas partes de la aventura, recolectando las quince lágrimas dentro de los escenarios del bosque, el volcán y el desierto con ciclos de día y noche, siendo ciertamente lineal en el sentido que no existen desplazamientos innecesarios, constando con el factor sorpresa de manera que tendremos que ir desbloqueando el mapa para mostrar su verdadero aspecto, adentrándonos en la entrega de nuestras armas permitiendo unirse en una lucha espiritual contra el tiempo y también contra los guardianes, que irán a por nosotros en cuanto les alertemos.

Claramente no dejaremos de lado la increíble movilidad que da con el Wii Motion Plus para controlar la espada de Link, ya que cuando comienzas a luchar por rescatar a Zelda, sientes que de verdad eres parte del juego y todo depende de tí, es una sensación grandiosa e incluso me vi levantando el control muchas veces aunque no era necesario, sim­plemente porque Link lo hacía en alguna animación o cinemática produciendo un grandioso nivel de interacción para Skyward Sword.

La entrega logró resaltar grandiosamente de los otros títulos de la saga gracias a su música orquestada, sus texturas ti­po acuarela inspiradas en el pintor francés Paul Cézanne y por el atractivo de su historia, situada cronológicamente antes de la historia de “Ocarina of Time”.

El juego en sí logra captar tu atención desde un principio, te emociona, te motiva y te hace luchar por el bien. Tengo que admitir que en más de una escena se me cayeron lágrimas, lloré en muchas partes de la historia nuevamente. Pero, más que de tristeza, era la emoción que me absorbía. Cabe mencionar y rescatar que otro de los elementos atrayentes de esta entrega son los misterios y detalles que la envuelven.

Me atrevo a decir que The Legend of Zelda: Skyward Sword es una historia completa, con gráficas románticas, música heroica, personajes que asombran y detalles que hacen que esta entrega sea a mí parecer, uno de los mejores videojuegos desarrollados de esta gran saga. Quizá por eso ha recibido calificaciones perfectas por parte nuestra y de la prensa especializada. Quizás es uno de los mejores juegos de la historia.

¿Lo llegaron a jugar? Nunca es tarde para tomar el control de nuestro Wii/WiiU y experimentar una de las mejores historias escritas para The Legend of Zelda y que marcó muy positivamente la historia de la saga.

Por Ashley Gamboa