Aunque parezca que las historias de terror sobre casas embrujadas llegaron a su tope con películas como Actividad Paranormal, El Conjuro e Insidious; es grato encontrarse con propuestas  que aborden estos temas de una manera diferente y que logren el efecto deseado: ser inquietantes.

Este es el caso de la reciente producción argentina llamada Aterrados. La película fue escrita y dirigida por Demián Rugna, quién además se encargó de la banda sonora. Trata sobre los sucesos paranormales que empiezan a suceder en un barrio cualquiera, llegando a tal magnitud que tres expertos en este tipo de sucesos son llamados para esclarecer lo que sucede.

Sin entrar en muchos detalles sobre el argumento, debemos mencionar que desde el inicio de la película el enganche está garantizado. La dinámica argumental planteada evita cualquier indicio de aburrimiento en el espectador, y lo más importante quizá, se aleja de las fórmulas convencionales en estos casos. Rugna logra crear una historia interesante y bien contada, con un presupuesto limitado. Y es que en este caso, la película se vuelve atractiva porque no depende de los sustos sorpresivos para captar la atención del espectador, sino que, plantea una historia de suspenso que provoca querer saber porqué sucede lo que está pasando.

Y es que inclusive hasta en el punto del climax, el director evita caer en terreno conocido, esto desde luego, puede desencantar a uno que otro que se venía haciendo una idea de por dónde iba a ir la cosa. Si hay algo que criticarle a esta película, es su uso de la música, demasiado efectista la mayoría del tiempo, con melodías que sobrepasan el momento dramático mostrado y que no se sienten del todo encajadas con lo que está sucediendo.

Si bien, no estamos ante una nueva fórmula de terror ni ante una película que va marcar un hito en el cine de terror, si es una propuesta muy interesante, cuidada en su realización y muy cercana a lo que se pueda tomar como una historia basada en hechos reales.