A 94 minutos de duración, Drew Pearce, en su debut como director, trae a la vida al Hotel Artemis, un hotel donde criminales con membresías pueden convivir. Trama similar a una parte de John Wick pero no exactamente igual.

El filme nos lleva a Los Ángeles, California en el año 2028, un futuro distópico en el que falta el agua pero abundan los problemas. Aquí existe un hotel que no es como ningún otro.

El Hotel Artemis es conocido y establecido en este mundo para brindarle ayuda a criminales de todo el mundo. Se les da asilo o ayuda médica.

Aquí entra Jodie Foster, que nunca falla en hacer un papel suyo, como The Nurse (La Enfermera.) Al inicio de la película, la historia de este personaje se combina con la historia de Waikiki (Sterling K Brown,) Niza (Sofia Boutella,) Acapulco (Charlie Day) y su asistente/guardaespaldas: Drax… digo, Dave Batista, como Everest.

Esta película tiene a La Enfermera para cuidar y tratar a criminales de diferentes tipos. Y esto trae momentos de acción y tensión, no necesariamente un 100% pero tiene sus escenas emocionantes.

Los actores traen lo suyo a su momento. Brown consigue que empaticemos con su personaje, Day y Batista, que no fallan en la comedia, tienen sus momentos y Boutella trae consigo la acción y sangre que su nombre trae a la mente. Y Jeff Goldblum, en su papel de mobster, hace su mejor versión de él mismo para la pantalla grande.

Partes que brillan en la película son detalles como: la iluminación cambia de un tinte antiguo y oscuro a un rojo brillante cuando el caos cae en el hotel. La musicalización tiene matices muy de vieja escuela, que contrastan con las paredes majestuosas del Artemis.

El Hotel Artemis trae consigo nostalgia de las películas de acción de los 90s, junto con un reparto estelar que puede entretener hasta el más escéptico. Su final puede dejar a la gente con ganas de ver más y, quien sabe, puede que así sea.