El Pixel Art ha vuelto a tomar auge en nuestros días, y son muchas las grandes obras que hemos podido ver con ese estilo tan característico. Entre ellos destaca The Deer God, un título indie que es más complejo de lo que parece y que toma inspiración en muchos juegos de scroll lateral como lo es Metroid.
El juego no solo está disponible en Steam, sino que también se lanzó recientemente en PlayStation 4 y PSVita, por lo que más usuarios pueden disfutar de su belleza.
Crescent Moon Games nos pone en un contexto donde fuimos alguna vez un cazador, y por cosas del destino hemos muerto y reencarnamos en un ciervo, con una misión más importante de lo que creemos. En realidad el karma nos ha dado una segunda oportunidad, y en el juego iremos progresando como ciervo, ayudando incluso a otros humanos y animales, y viajando en un extenso mundo que no parece tener fin alguno.
Por un lado, el mensaje del juego es bastante claro: valora la vida y la naturaleza, por lo que llegar al final de una vida y replantearse si reencarnar es un tema explícito en el juego. Su historia es realmente simple si lo vemos desde ahí, pero el juego está desarrollado para dejar una moraleja simple.
El juego cuenta con un sistema de moralidad, donde llevamos control de nuestras buenas y malas acciones, algo que se refleja en la forma en que hacemos respawn después de morir, y hay penalización si decidimos matar o herir a animales inocentes; así como ser premiados por matar ciertos animales, algo que nos pone a pensar: ¿realmente hay que matar un ser vivo por catalogarlo como bueno o malo? Aún así, en el juego es normal llegar a ciertos puntos donde morimos, pero conforme más jugamos nuestro personaje irá envejeciendo y ganando algunos atributos positivos. Una excelente forma de permitirnos ver el progreso de nuestras acciones y del tiempo que pasamos pegados al juego.
Aunque la historia es simple pero cautivadora, su gameplay no es el mejor del mundo. Un error, y puedes arruinar todo tu juego ya que nuestro personaje avanzará infinitamente hasta el punto donde debe morir o sacrificarse. Cuando mueres antes o no debías hacerlo, puede darte dolor de cabeza el respawn.
Por otro lado, el sistema de quest es más sencillo de lo que nos gustaría, hasta cierto punto. Sabemos perfectamente que el tema del juego es redimirse, pero las quest son realmente sencilla y son más difíciles de conseguir de lo que es resolverlas; The Deer God utiliza un sistema de generación procedual de su mundo, por lo que al obtener una quest (si es que en algún momento la conseguimos), este sistema del juego nos puede hacer imposible la tarea. Simplemente, cuando tratas de regresar por donde venías o avanzar más, las cosas serán distintas, haciendo del juego algo verdaderamente infinito.
Aún así, todo eso se compensa con un trabajo de Pixel Art impresionante, con un mundo dinámico y realmente complejo. Los efectos de luz son impresionantes, y los cambios de día y noche, así como de climas están muy bien logrados. Finalmente, la música es un complemento perfecto para el mundo de The Deer God, brindándonos una mezcla de sonidos naturales y envolventes para todo momento.
Comentario final
Aunque el juego puede ser un dolor de cabeza en muchas situaciones a causa de su sistema de generación procedual, su arte es bello y la música hace una mezcla perfecta para jugar a este «endless runner». Si el gameplay fuera un poco mejor, sería un título aún más increíble, pero aún así es un juego emocionante e inspirador.
Review realizado gracias a una copia del juego facilitada por el desarrollador.