La serie que se ha ganado su puesto como una de las mejores series de los últimos años, ha llegado al final de su tercera temporada. The Handmaid’s Tale (El Cuento de la Criada), sigue mostrándonos ese mundo aterrador, que no es tan fantasioso.
Ambientación
Las manzanas rojas y las peras verdes siguen resaltando entre calles poco pobladas, supermercados ordenados y lujosas mansiones. Un Washington que muestra la crudeza y crueldad máxima de Gilead.
Fotografía
Frío. No importa que los puntos rojos estén presentes la mayoría del tiempo. El ambiente es frío, nada acogedor. Sin embargo, los haces de luz natural que entran por las ventanas como representación de la esperanza, siguen presentes, y en especial esta temporada brillan con mas fuerza. Sigue siendo bellísima cada toma, principalmente las tomas cenitales, que son la especialidad de la casa.
Actuaciones
Se dieron cuenta del poder ante la cámara de Elizabeth Moss, el problema es que abusan de ello. Las largas tomas fijas hacia el rostro de June, en lugar de reforzar el momento dramático, alargan y vuelven artificiales sus gestos. Elizabeth entregada a su papel, se nota forzada a veces, exagerada. Y los demás miembros del elenco no tuvieron tanto peso esta vez. Hubo una intensión de mostrar una metamorfosis de June, todo fue sobre June, la acercaron tanto a la bombilla que la quemaron.
Musicalización
Otro sello de la casa ha sido la incursión de contrastantes canciones pop/rock como apoyo en momentos claves de la historia. Pero, sí, tenemos un pero. En esta tercer temporada, algunas canciones resaltaron por encima del momento narrado. Más que apoyar el momento, en ocasiones parecía que se buscaba poner una canción «cool» para que el espectador la reconociera y la empezara a cantar. Aunque, debemos ser justos, hay un par de ocasiones, en donde las canciones si entraron como anillo al dedo.
Narrativa
La segunda temporada tuvo el reto de continuar la historia más allá del libro. Pero esta temporada tuvo un reto aún mas grande. Debía ordenar las cosas luego un cuestionable final de la segunda temporada.
Ya mencionamos antes, que esta temporada se centra más en la metamorfosis de June, aunque también hay cierto avance (y lamentable retroceso) para Serena.
También se siente cierto abuso en la delgada cuerda de la credibilidad de los acontecimientos. Se tensa tanto dicha cuerda, al punto de casi romperla. Llegando a un final de temporada que eleva al cuadrado la dificultad que dejó la segunda temporada para ordenar lo que seguirá a continuación.
Desde luego hay buenos momentos. Como olvidar el potente ¡NO! dicho por la protagonista para proteger a una de las suyas. Un «No» cargado de valentía, furia y desesperación que simboliza ese grito colectivo de todas las mujeres hoy más que nunca. Porque la sociedad tiene que entender, que cuando una mujer dice No, es ¡No!
Esta temporada es la que más ha marcado de forma visible su ruta hacia un climax final. Los últimos cinco episodios van en modo crescendo hacia un final lleno de tensión. Lástima que, hay cierto episodio poco después de la mitad de la temporada, que se sale del estilo y forma de la serie. Un intento por experimentar narrativamente un poco, que no salió nada bien.
En conclusión
The Handmaid’s Tale sigue siendo una gran serie. Somos un poco rudos criticándola, pero es inevitable medirla con la misma vara donde dejó muy alta la marca en su primera temporada.
¿Habrá una cuarta temporada? Pues sí, ha sido confirmada. Aunque ya se siente la necesidad de ir cerrando la historia.
CALIFICACIÓN
AMBIENTACIÓN
FOTOGRAFÍA
ACTUACIÓN
MUSICALIZACIÓN
NARRATIVA
3.5
TOTAL