La octava temporada de Game of Thrones no ha comenzado todavía, pero los showrunners David Benioff y D.B. Weiss confirmaron recientemente en una entrevista con Entertainment Weekly que al menos un personaje favorito de los fanáticos no saldrá vivo de la temporada final: Ser Pounce, el gato mascota de Tommen Baratheon, quien fue presentado en la temporada 4.

Según Benioff:

 «Cersei odiaba el nombre ‘Ser Pounce’ tanto que no podía permitirle sobrevivir. Entonces se le ocurrió su ejecución más diabólica. La muerte de Ser Pounce fue tan horrible que ni siquiera pudimos ponerla en el aire «.

La muerte de Ser Pounce puede no ser una sorpresa, dado que el gato solo apareció en un solo episodio, en la temporada 4 «Oathkeeper». Aún así, la reaparición reciente de personajes desaparecidos hace mucho tiempo como Beric Dondarion y Gendry en la temporada 7 algunos fanáticos que esperan que Ser Pounce también tuviera un retorno en la serie, a pesar de la muerte de su dueño, Tommen Baratheon. Tommen se suicidó en la temporada 5, luego de que su esposa Margaery fuera asesinada en la explosión que destruyó el Gran Sept de Baelor. El actor Dean-Charles Chapman, quien interpretó a Tommen, comentó en 2016 que esperaba que Ser Pounce:

«no se viera atrapado en la explosión» y que el gato «continuaría con su vida y tal vez conseguiría una novia».

Por desgracia, parece que tal retorno no se dará, dejando de lado los puntos, también es posible que los dos showrunners hayan tenido otras razones para matar al gato fuera de la pantalla; simplemente, parece que el gato que jugó Ser Pounce era una especie de diva.

«Realmente no fue divertido trabajar con ese gato»,

señala Benioff en la misma entrevista.

«Los perros generalmente hacen lo que se les pide que hagan si son inteligentes y están bien entrenados»

dice Weiss.

 «Los gatos tienen su propia agenda».

Game of Thrones regresará el 14 de abril con su octava y última temporada. Y si los libros y episodios pasados ​​son referencia, Ser Pounce ciertamente no será el último personaje en enfrentarse a un final prematuro antes del final.