Un filme dividido en cuatro actos, bastante irregulares entre sí.

La historia trata sobre una joven chelista retirada que entra en contacto nuevamente con la escuela de música donde vivió y aprendió a tocar el chelo, luego de pasar cuidando 10 años a su madre.

Quizás lo más interesante del filme es su argumento. Aunque su estructura en el guión no es muy favorable. Requiere de «flasbacks» nada sutiles para darnos a entender su historia en una especie de juego para el espectador.

El primer acto es quizás el menos logrado, aunque su segunda parte, al contrario, si logra generar la tensión y horror adecuado. Inclusive las protagonistas sacan lo mejor de si en esta segunda parte. Luego, ya en el tercer acto, las cosas se vuelven poco creíbles, principalmente la forma de actuar de las protagonistas. Para concluir en un cuarto acto retorcido y sangriento.

Paralelo a su historia, a la película le ha faltado una mejor mano en la dirección, algunas tomas no se sienten orgánicas, y también la edición se siente abrupta entre cortes de tomas.

En conclusión, es una curiosa película más de suspenso que de terror, que puede interesar a quienes gusten de historias raras y hasta retorcidas, pero que deja mucho que desear en su ejecución.