Hachiko es un ícono en la sociedad japonesa.

Mari y yo vimos que la noticia de la nueva estatua de Hachiko se había vuelto viral. Nuestros amigos y conocidos la compartían y muchos nos preguntaban acerca de ello. Cierto era que conocíamos la famosa historia desde hacía ya mucho tiempo, sin embargo, ninguno de los dos había visto la película y, menos aún, sabíamos acerca de los detalles de la vida del profesor Ueno y su perro.

Mientras más leíamos acerca de Hachiko, su vida se nos hacía cada vez más interesante e inspiradora. Así es como decidimos visitar los cuatro lugares más representativos de su historia: la estación de Shibuya, el cementerio de Aoyama, la Universidad de Tokio y el Museo de Ciencia. Estos cuatro lugares se ubican no muy lejos entre sí, por lo tanto, pudimos visitarlos todos en unas cuantas horas. Mi favorito fue el cementerio ya que era la primera vez que iba a uno en Japón y, pues, se diferencia mucho de los cementerios al otro lado del mundo. No fue difícil ubicar el lugar de la lápida ya que estaba todo muy bien señalizado… ¡gracias Japón! A pesar del frío ya se notaba el ingreso de la primavera, fue una experiencia muy agradable.

La estatua en la Universidad de Tokio estaba muy cerca de la entrada principal, rodeada de edificios de ladrillo. ¡De verdad que se sentía la historia en el aire! Desde ahí caminamos aproximadamente treinta minutos hasta llegar al Museo de Ciencia y así terminó nuestro día de grabación.

Esperamos que les guste el vídeo, y así conozcan un poco más acerca de la historia de tan maravilloso perro. Hachiko siempre será un símbolo del que esperamos aprender más acerca de un valor tan importante como lo es la lealtad.

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Por Gabriel Delgado