Warner Bros. tendría que pagar 900 millones de dólares si no demuestra que los fantasmas existen ante la corte. Aunque suena extraño, es la forma en la que fue demandada la compañía por el escritor Gerald Brittle, que exige 900 millones de dólares a la compañía.

Brittle escribió en 1980 un libro llamado The Demonologist, el cual trataba sobre Ed y Lorraine Warren, investigadores de fenómenos paranormales cuyos archivos han sido llevados al cine en dos entregas de Expediente Warren, y la de Annabelle que está por llegar en verano, más dos películas más.

El autor afirma que tenía un acuerdo exclusivo con los Warrens antes de que Warner hiciera también un trato con ellos. Lo que hace que este caso lleve a la compañía a demostrar que sus películas no estaban basadas en el libro de Brittle, pero sí en «hechos históricos».

Por otro lado, el escritor dice que eso no puede ser posible porque tanto él como otros escépticos creen que los archivos de los Warren sobre la actividad paranormal y sobrenatural no son reales.