Desde los albores de la civilización; una de las virtudes más grandes de la humanidad ha sido su curiosidad, esa incesante necesidad por entender nuestro hogar. Ello nos ha llevado al estudio de los números, las matemáticas, que nos han permitido describir de manera bastante certera muchos fenómenos que suceden a nuestro alrededor. 

Una de las áreas de mayor estudio, dada su aplicación en ingeniería y la programación, son las series o sucesiones numéricas, la cual se podría describir como un patrón numérico que puede ser explicado en términos de sumas y restas. Para evitar que el preciado lector fallezca de aburrimiento, toda la parte teórica queda hasta este punto. 

El matemático Leonardo de Pisa, conocido como Fibonacci, describió y plasmo en el siglo XII su mayor aporte a la matemática, la conocida sucesión de Fibonacci, la cual celebramos hoy, 11-23. 

Esta serie lleva la siguiente forma: 

0 1 1 2 3 5 8 13 21 34… cada siguiente término se obtiene de la suma de los dos anteriores. Y. ¿Qué tiene de especial este arreglo? La naturaleza, las galaxias en sí, el mismo Universo se comporta de tal manera que parece seguir a cabalidad esta serie. 

Miles de artistas han sido inspirados por la belleza y la simplicidad que deparan de la espiral formada por la sucesión de Fibonacci, y una de las aplicaciones más curiosas es la obtencion del numero áureo o el radio dorado, aproximadamente 1.618, Si tenemos dos números consecutivos de la serie, los sumamos y dividimos entre el más pequeño, conforme más arriba estamos en la serie, este valor va a volverse más cercano a este numero dorado, el cual en arte se piensa que es la relación perfecta entre largo y ancho, es decir, una persona que tenga una cara de forma que su proporción entre el largo y el ancho sea cercano a 1.618, esta persona será más atractiva para los demás. 

Para concluir este análisis, vamos a mencionar a la banda de progresivo, Tool, la cual en su álbum Lateralus compuso una canción que toma su inspiración en el radio dorado, la serie de Fibonacci y las espirales. 

Se puede mencionar que en la canción Lateralus y se da un juego de silabas en el fraseo: 1-1-2-3-5-8

Black (1) then (1) white are (2) all I see (3) In my infancy (5).

Red and yellow then came to be (8),

Reaching out to me (5),

Let’s me see (3).

A partir de esta estrofa obtenemos una secuencia descendente de la serie. 

(13) As below so above and beyond I imagine,

(8) drawn beyond the lines of reason.

(5) Push the envelope.

(3) Watch it bend.

Lo más importante, a mi parecer, es que la canción habla acerca de ver las situaciones desde otro ángulo, lograr seguir la espiral, un concepto altamente utilizado en la naturaleza y el universo. 

Lo importante es hoy celebrar al conocimiento, entender esos pequeños detalles, esos Easter eggs que nos da el Universo, que nos demuestra que muy en el fondo, nada es arbitrario y todo tiene su debida explicación.