“Escribir para darle forma al mundo, para abrir a punta de palabras el camino que nos lleve a la puerta de entrada de la casa al despertar, la casa donde los ojos ven lo que hay después de la realidad” Gioconda Belli
Así conmemora y felicita la gran autora nicaragüense a sus colegas, hoy 19 de octubre día en el que se celebra a las escritoras. Una celebración poco conocida, recordada entre las letras y relativamente nueva. Un aplauso cultural a la mujer en las letras. La pregunta es ¿A qué se debe la celebración…?
El día de la escritora se celebra el lunes más próximo al 15 de octubre de cada año, esto en conmemoración de Santa Teresa de Ávila, una conocida religiosa del siglo XVI, quien tuvo mucho impacto e influencia en su vida de monja como fundadora de la Orden de las Carmelitas Descalzas, sin embargo, su mayor reconocimiento cultural e histórico lo tiene el área de las letras. Sus escritos poéticos, místicos y sus oraciones hechas poemas son de sus aportes literarios. Dicha celebración fue creada en España, a ello se debe que sea Santa Teresa la inspiración.
No podemos quedarnos solo con el aporte literario y cultural de Santa Teresa, el hecho de que sea ella quien lleve el honor de la celebración no es gratuito, esta autora marca un precedente, ya que es una mujer que escribía en el siglo XVI, época en donde el conocimiento, las artes, la ciencia y el poder de tener voz le estaba negado a la mujer, materia y privilegio propio del hombre.
Durante muchos años, tiempo ¿Por qué no? Siglos la mujer tuvo negado el privilegio de educarse, de acceder al conocimiento y aún más al derecho de la escritura, hoy en el siglo XXI, yo tengo el poder y el privilegio de hacerlo desde mi propia comodidad, pero en siglos pasados ese derecho me hubiera sido negado. Muchas luchas del feminismo se encuentran marcadas por esas mujeres que en medio de la negativa decidieron romper esquemas, no seguir las reglas y hablar, aportar, transformar, crear: escribir
Podríamos pensar en aquellas que lucharon y que gracias a ellas hoy nosotras podemos hacerlo sin que se nos impida o niegue, podemos obtener incluso “el mérito” de nuestra autoría, un sueño para ejemplos como Las hermanas Bronte, Marry Shelley y los múltiples escándalos a los que fue sometida por ser escritora en su época y aún más por el éxito de su obra. Casos como los de Jane Austen, quien tuvo que publicar algunas de sus grandes obras con la autoría de “una novela en tres partes escrita por una dama” cuando “Orgullo y prejuicio” salió a la luz pública.
Virginia Wolf también tuvo que usar seudónimos para poder publicar, y el ejemplo más reciente lo encontramos en J.K. Rowling, autora a la que le “recomendaron” que escondiera su primer nombre (Joanne) para que sus libros fueran leídos por niños, esto en el año 1990 y no solo eso, también llegó a utilizar el seudónimo de “Robert Galbrait”, cuando se descubrió la verdad, sus obras tuvieron un aumento significativo en las ventas, caso contrario en 1860 cuando Mary Ans Evans publicó su primer novela con el nombre de “George Eliot” y tuvo críticas excepcionales, al publicar la segunda con su verdadera identidad fue rotundamente acribillada como una obra negativa.
Las mujeres no solamente lucharon por alzar su voz, explorar su talento, crear. Lucharon por emancipar a la mujer, por mostrar su poder y su conocimiento ante una sociedad que la quería sumisa, sin libertad de pensamiento y de decisión. La mujer no se quedó corta requirió de su inteligencia, de su poder. Ellas lucharon no solo por usar su nombre, sino hasta por publicar, el hecho de escribir y publicar nos era negado.
Pocos son los premios y reconocimientos en manos de mujeres escritoras, aun nos queda mucho por avanzar, pero un homenaje a todas aquellas que escribieron, que escriben y que escribirán como recompensa de una lucha femenina que crea, produce, aporta, cambia, transforma y nos da vida, libertad y poder ¡Qué no se nos olvide como las mujeres transforman la sociedad!