El juicio de los 7 de Chicago: desobediencia civil, el precio de la justicia y una lucha sin fin

El juicio de los 7 de Chicago: desobediencia civil, el precio de la justicia y una lucha sin fin El juicio de los 7 de Chicago: desobediencia civil, el precio de la justicia y una lucha sin fin

Antecedentes

El contexto político de 1968 no podía ser más convulso, la guerra de Vietnam no parecía tener un fin cercano, las confrontaciones entre los Estados Unidos y la Unión Soviética eran intensas, en abril de ese año fue abatido Martin Luther King, provocando un caos social en más de 200 ciudades; por si fuera poco, el 6 de junio de 1968 fue asesinado “Bobby Keneddy” el que pudo haber sido el nuevo presidente en las elecciones en disputa.

Todos son hechos paralelos expuestos en el juicio de los 7 de Chicago, ("The Trial of the Chicago 7" nombre en el idioma original), film dirigido por Aaron Sorkin e inspirado en la historia real de los Chicago Seven, un grupo de protestantes acusados de conspiración por el Estado Norteamericano en el convulso año de 1968.

La historia

Tres grupos dispares de activistas se estaban organizando para unirse a una manifestación contra la guerra de Vietnam frente al Hotel Hilton en Chicago, donde se estaba llevando a cabo la Convención del Partido Demócrata.

Los Estudiantes por una Sociedad Democrática (SDS), el Partido Internacional de la Juventud (Yippies) y David Dellinger, que era el presidente del Comité del Desfile de la Paz de Vietnam de la Quinta Avenida. Eddie Redmayne interpreta a Tom Hayden, presidente de SDS, con Alex Sharp como Rennie Davis, su mejor amigo y compañero de SDS.

Sacha Baron Cohen interpreta a Abbie Hoffman, cofundador de los Yippies, junto con Jeremy Strong como Jerry Rubin, el otro cofundador de los Yippies. John Carroll Lynch interpreta a David Dellinger, junto con Noah Robbins como Lee Weiner y Daniel Flaherty como John Froines, otros dos activistas contra la guerra.

La manifestación se convirtió en un levantamiento en el que la policía atacó a los manifestantes (es parte del debate del juicio). El resultado después de cuatro días de violencia fue 668 personas arrestadas, 425 manifestantes fueron tratados en instalaciones médicas temporales, 200 fueron tratados en el lugar, 400 recibieron primeros auxilios por exposición a gases lacrimógenos y 110 fueron al hospital. Un total de 192 policías resultaron heridos.

El filme continúa casi dos años después cuando el republicano Richard Nixon fue elegido presidente por un estrecho margen y ocasionó un cambio político. El fiscal general Ramsey Clark (Michael Keaton) fue reemplazado por John Mitchell (John Doman), quien decidió acusar a los líderes del movimiento.

El caso dependía de una ley aprobada explícitamente para limitar la libertad de expresión, y los cargos fueron para los ocho acusados por conspirar para cruzar las fronteras estatales para incitar a un motín, enseñar a fabricar un artefacto incendiario y cometer actos para impedir que los agentes del orden público cumplan con sus obligaciones legales.

En este punto, vale la pena señalar que había ocho acusados, pero Bobby Seale líder de las Panteras Negras eventualmente se separaría del caso.

John Mitchell eligió a los fiscales Richard Schultz (Joseph Gordon-Levitt) y Tom Foran (JC MacKenzie) para desarrollar el caso, y el juez fue Julius Hoffman (Frank Langella).

Los abogados defensores fueron William Kunstler (Mark Rylance) y Leonard Weinglass (Ben Shenkman).

El Juicio

De todo lo acontecido se realiza un juicio para determinar la culpabilidad de los acusados, que defienden su derecho a externar su oposición al Gobierno o la Guerra de Vietnam. La violencia es el resultado indirecto del choque de posiciones, se ofrecen las versiones de los involucrados, y por mucho se ve la disparidad de opiniones, aun dentro de los manifestantes.

De la premisa de la desobediencia civil al choque con las fuerzas del orden se podría argumentar mucho, y el posterior juicio nos queda claro que la convulsión social de esa época no es ajena a nuestros días.

Esta película es muy buena, las actuaciones son impecables y la historia absorbente, los invitamos a ver la película y comentar en nuestras redes sociales sus impresiones.

A modo de conclusión, creo que analizar el margen de acción de la justicia es importante para el correcto orden social, las leyes no son absolutas y las instituciones deben de ser flexibles para ofrecer a los ciudadanos la verdadera protección requerida del sistema mismo.

El juicio de los 7 de Chicago, es la historia de todos los que hemos creído en un ideal, aunque este en los límites de las leyes escritas, ver esta película me trae a la mente los postulados de Noam Chomsky y como es un deber luchar contra la injusticia institucionalizada o el horror de la guerra, una lucha que a hoy estamos obligados a dar, siendo vigilantes de los Gobiernos que nos representan.

 

 

 

 

Redacción

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