Star Wars es la película perfecta para compartir en familia.
Desde que Star Wars apareció en el cine por primera vez en 1977, se han acumulado varias generaciones de fans. La primera vez que vi Episodio IV estaba a muchos años de convertirme en papá y hoy en día, con el estreno de Star Wars: The Force Awakens, veo que pese a la diferencia generacional entre mis hijos y yo, tenemos muchas cosas en común cuando se trata de ser fans, y quiero compartir 5 cosas con las que creo desde mi perspectiva que padres e hijos fans de Star Wars se identifican.
- Emoción: No se puede ser un fan de algo si no le emocionara encontrarse con cosas que le identifiquen con eso que disfruta. Claro que hay niveles de emoción y no significa que cada vez que uno se tope con un coleccionable o película de Star Wars vaya a ponerse a brincar de la felicidad. Sin embargo sucede en los hijos más pequeños que al caminar con ellos de la mano de repente escucha uno el “¡Mira papá, Star Wars!” causando que inmediatamente uno se vuelva a ver aquello que a tu hijo o hija le llamó la atención. La sonrisa y el interno (“se parece a mi”) no se hacen esperar. Todo padre y madre quieren sentirse identificados con sus hijos y conectados con ellos y definitivamente compartir sus aficiones es un buen comienzo (¡toma eso Barney!).
- Obsequios: Para todo niño las fechas especiales en las que uno le corresponde recibir un regalo son las mejores. Hay pocos momentos más felices que el tener ese regalo en las manos a la espera de ser abierto y con los ojos llenos de ilusión. Para algunos padres es un dilema el saber qué elegir para sus hijos y durante décadas, la publicidad nos ha “ayudado” en dicha decisión. Sin embargo, para nosotros los fans el trabajo es aún más sencillo; simplemente regalamos lo que a nosotros nos encantaría recibir. Porque si algo es seguro es que para un fan el niño interno no muere sino que se revitaliza y después de ver a tu retoño abrir ese obsequio, alegrarse y correr a darte un abrazo lo único que internamente piensas es “bien hecho!” (eso o “espero me deje jugar con él”).
- Nostalgia: Los seres humanos somos muy propensos a querer conservar los gratos recuerdos como si fueran un tesoro muy valioso. Muchos recuerdos tienen que ver con momentos especiales vividos en la infancia y la familia es importante en esos recuerdos. Puedo empezar por decir que recuerdo el día en que mi papá me llevó por primera vez a ver Star Wars, quizá no recuerde cada detalle pero si ese momento… ¿y adivinen? Mis hijos han podido experimentar lo mismo. Espero que en el futuro, ellos también recuerden gratamente esos momentos al igual que lo hago yo.
- Juguetes: Nosotros los fans ahora les llamamos “coleccionables” pero en realidad nacen como juguetes y a los ojos de aquellos que no son fans definitivamente no pasan de esa definición y ahí es cuando nos empiezan a ver raro cuando andamos preguntando precios y comprando esas figuras. “¿Es para tu hijo?”, nos preguntan y nos miran con cara de sorpresa y un poco de preocupación al responderles que es para nosotros. A diferencia del regalo, para nosotros el coleccionable tiene un valor personal un poco más alto, y curiosamente nuestros hijos empiezan a desarrollar el mismo gusto. Tienen sus figuras, naves, sables y demás que sirven exclusivamente para “jugar”, y a su vez, tienen otros juguetes que guardan y cuidan como tesoros y los exhiben como símbolo de su afición. Estos sobrevivirán el tiempo y quién sabe, a la larga estarán dentro de los valores de herencia familiar y perecerán en manos de algún futuro nieto. Lo cierto es que ya el legado de atesorar algo quedará como parte de las generaciones de fans.
- Momentos especiales: A esto lo defino como una ocasión cuando algo importante entre padre e hijo sucede y tiene un efecto futuro. Como fan he podido experimentar estos momentos con mis hijos de muchas maneras. Puede ser desde aquella épica lucha de sables con mi hija de 9 años -en la cual definidamente ella fue la vencedora- hasta esa tarde en familia todos en cama viendo alguna de las películas de Star Wars por enésima vez. Incluso esas disertaciones con mis hijos sobre sus episodios favoritos o personajes como si se tratara de un concurso de conocimientos o una tesis universitaria (suena exagerado, pero así suele ser).
En fin, si algo nos ha dejado Star Wars a nivel de generaciones es la posibilidad de encontrar cosas en común para compartir y seguir dejando un legado de historias, juegos, risas y cosas que contar. Más allá de los gustos diversos lo que se puede alcanzar con imaginación, no tiene límites.
¿Y qué opinan ustedes? ¿Qué cosas comparten con sus padres, hijos u otros familiares que son fans de Star Wars?
Escritor Invitado: Allan Gonzalez