Green Book es una comedia, y eso no quiere decir que no pueda tratar temas profundos, serios y dramáticos, de hecho lo hace pero siempre desde el formato de una comedia. Lo cual no debería  extrañarnos, uno de los escritores y director de la película es Peter Farelly, mejor conocido como la mitad de los Hermanos Farelly responsables de Dumb and Dumber, Shallow Hal, Me, Myself and Irene, There’s Something About Mary.

La historia nos lleva a los Estados Unidos de 1962, específicamente a New York donde conocemos a  Frank «Tony Lip» Vallelonga (Viggo Mortensen), un italiano-americano que trabaja como seguridad en el conocido Copacabana y que debido a las remodelaciones en el club va a quedar sin trabajo por algunos meses.

Tony es el sustento de su familia, es un tipo inteligente, rápido de pensamiento, violento y ágil con las palabras, pero es también racista y lleno de los complejos de la época. Sin embargo, por encima de todo se encuentra su lealtad y su palabra, su profesionalismo y la capacidad de ver el mundo por lo que es. También está dispuesto a abrirse a una nueva visión y a poner en duda sus prejuicios, lo que le será muy útil cuando conozca a Don.

Don Shirley (Mahershala Ali) es un afro americano, pianista virtuoso y compositor que está en busca de un chofer que le acompañe a su gira de ocho semanas por los estados más racistas del país. Shirley es extravagante, muy educado, formal, con muchas reglas y una convicción férrea sobre lo importante de ser una mejor versión de uno mismo.

Estos mundos de los personajes chocan y dialogan en medio de la realidad social de la época, que no dista mucho de la actual, y es uno de los grandes aciertos del guión.

La película

La historia está basada en hechos reales, y a pesar de la controversia que ha generado que algunos familiares de Don Shirley nieguen ciertas facetas de la película, el guión es el favorito para ganar el premio de la Academia en la categoría de Mejor Guión Original. Es un trabajo muy bien balanceado, que permite la exploración no sólo de los personajes sino también de su entorno desde una mezcla de momentos dramáticos y buena comedia, con diálogos reales y sencillos que dejan a los actores demostrar su labor.

Tanto Viggo como Mahershala hacen un trabajo impecable que sostiene la película y la actuación del otro. Los dos se encuentran nominados como principal en el caso de Mortensen y secundario para Ali, pero el ganador indiscutible será este último que logra un viaje lleno de cadencias y sutilezas acompañado de momentos de quiebre sin caer en maquetas o estereotipos. De igual forma, el trabajo de Viggo es de tal precisión que olvidamos al actor y nos entregamos a un personaje lleno de contradicciones pero con una base moral sólida, con gestos estudiados y bien colocados para generar una cinta entretenida.

La película tiene una duración de dos horas y diez minutos que pasan completamente desapercibidos debido al manejo perfecto de los momentos, de la comedia y a la química en pantalla de este par de talentosos actores. Farelly no está nominado como mejor director pero es muy posible que se lleve una estatuilla como co guionista, y tal vez, un fuerte tal vez, como productor si Green Book se gana el Oscar a mejor película.