La tecnología bien utilizada en el cine avanza rápidamente, y esto es algo que vimos en Rogue One: A Star Wars Story, al revivir digitalmente a Peter Cushing como Gran Moff Tarkin. El resultado fue impresionante, pero al gremio de actores de Hollywood no los convenció.
Ahora, tras la muerte de Carrie Fisher, el universo Star Wars tiene un debate abierto al no saber cuál será el futuro de la nueva trilogía, por lo que no sabemos si aplicarán la misma técnica. Ahora, una agencia de representantes de celebridades abre el debate si esto es bueno o no. Afirman desde Newsweek, que la organización CMG Worldwide y su presidente Mark Roesler son opositores a ello:
«Las celebridades están involucrándose en crear planes con los que proteger sus derechos de propiedad intelectual. Entienden que su legado continuará más allá de su vida real».
Estos trabajos producen algunos beneficios económicos reales cuyos propietarios ya no percibirán, por lo que es aprovecharse, según ellos, de un vacío legal existente. Por ejemplo Robin Williams fue uno de los actores que prohibió la utilización de cualquier material que tuviera su imagen con propósitos comerciales durante los próximos 25 años.