Cruella de Vil, que apareció por primera vez en el libro de Dodie Smith en la década de 1950, luego fue llevado a la pantalla grande en la película animada de Disney de 1961. Más tarde, apareció en la versión de acción real de 1996 y en su continuación de 2000. Es un personaje que sigue fascinando y entusiasmando al público actual por su exuberancia, su sensibilidad exagerada y su ingenio.

Ambientada en la vibrante época punk de los años setenta en Londres, la CRUELLA de Disney es una historia de orígenes, que revela la fascinante historia de una joven talentosa e inconformista que se convierte en la elegante villana Cruella de Vil. Estella (Tipper Seifert-Cleveland), una joven llena de energía y astucia y dotada de gran creatividad, ve el mundo desde una perspectiva diferente a quienes la rodean. Habiendo sufrido la pérdida de su madre a muy temprana edad y perturbada por la experiencia, oculta su cabello naturalmente blanco y negro con una tintura rojiza, pero sigue sintiéndose una extraña en medio de sus conformistas compañeros de clase.

Estella acompaña a sus amigos Horacio (Joe MacDonald) y Gaspar (Ziggy Gardner) en una vida de delincuencia juvenil en las calles, haciendo estafas, usando su imaginación y su talento para la costura para crear una extraordinaria gama de disfraces. Mientras Horacio y Gaspar están contentos con sobrevivir como estafadores, ella tiene aspiraciones de una vida mejor como diseñadora de moda.

Cuando Estella (Emma Stone) tiene 25 años, finalmente le llega la oportunidad que esperaba cuando Gaspar (Joel Fry) le consigue un empleo en Liberty, la tienda departamental de modas más lujosa de Londres, aunque él y Horacio (Paul Walter Hauser) van a extrañar su participación en sus actividades delictivas. Comenzando desde bien abajo –limpiando los baños– se degrada a sí misma hasta que una noche el licor debilita su autocontrol y permite que sus instintos creativos se apoderen de ella. La despiden al día siguiente y está por abandonar el edificio justo cuando la diseñadora de moda más importante del mundo, la baronesa (Emma Thompson), está haciendo su entrada. Sin que nada de lo que ve la impresione, a excepción del diseño de escaparate hecho por Estella bajo la influencia del alcohol, la baronesa reconoce el trabajo de una persona talentosa con potencial de grandeza y le ofrece un empleo. Al aceptar su invitación, Estella cree que finalmente encontró la mentora ideal, que la ayudará a lograr lo que siempre soñó.

Feliz con las alabanzas y el reconocimiento de su talento por parte de la baronesa, Estella absorbe alegremente cualquier soplo de conocimiento de moda y gestión de estilo que emana su nueva jefa, manteniendo voluntariamente a raya su naturaleza independiente y rebelde. Pero cuando ve que la baronesa tiene puesto un collar que pertenecía a su madre y que se lo habían prometido a ella, su perspectiva y su objetividad cambian inmediatamente. Junto con Gaspar y Horacio, idea un plan para recuperar el collar eclipsando y distrayendo a la baronesa en su inminente baile Blanco y Negro. Buscando algo apropiado para usar, Estella visita las tiendas de ropa vintage de Portobello Road, en donde conoce a su alma gemela, Artie (John McCrea), un joven comerciante que tiene el vestido ideal para ella.

Cuando hace su entrada espectacular en el baile Blanco y Negro, ya no es Estella sino Cruella, con un traje rojo sangre y un impactante cabello blanco y negro. La baronesa está desesperada por saber quién es la misteriosa invitada. Justo cuando Horacio y Gaspar sacan el collar de la caja fuerte de la baronesa y están por escapar, el agudo sonido de un silbato para perros llamando a los dálmatas de la baronesa hace trizas el mundo de Estella. Es exactamente el mismo sonido que la viene persiguiendo desde la noche en la que vio a su madre por última vez.

De pronto, Estella sabe lo que ella –Cruella– debe hacer. Ya no se trata de reclamar la reliquia de su madre, sino de vengar su muerte.

EL NACIMIENTO DE UNA VILLANA

Con el espectacular éxito de sus precuelas de acción real de La bella durmiente, que giraban en torno a la antagonista del cuento, Maléfica, Disney quiso explorar las historias de los orígenes de otros personajes malvados de su cinemateca de clásicos animados. Junto con Maléfica, Cruella de Vil es una de sus villanas más fascinantes y memorables, una mujer obsesionada por los abrigos de piel, especialmente de dálmatas, interpretada en la voz de Betty Lou Gerson en la película animada original y luego llevada a la acción real con extraordinaria magnificencia por Glenn Close. Pero ninguna de estas versiones incluyó la historia del personaje, excepto por el detalle de haber sido compañera de escuela de Anita Darling, la dueña de los dálmatas.

Los productores de la película son Andrew Gunn, Marc Platt y Kristin Burr. Gunn, que recientemente produjo Superescuela de héroes y Salvaje, además de una serie de éxitos de Disney anteriores, como LA MONTAÑA EMBRUJADA, LA MANSIÓN EMBRUJADA y UN VIERNES DE LOCOS (2003), explica: “De todos los villanos de Disney, Cruella de Vil es posiblemente la villana más icónica porque es tan deliciosamente malvada. Es extravagante, elegante, ampulosa, manipuladora, conspiradora y está claramente un poco loca, todas cualidades que a uno le encanta odiar en un personaje. Es una especie del Hannibal Lecter de Disney”.

“Lo que queríamos explorar –continúa– era por qué era como era, qué la había hecho convertirse en Cruella de Vil. Lo tomamos como una historia de orígenes de un supervillano de los cómics. Quién era ella cuando era niña, de dónde proviene, etcétera. Lo único que el público sabía de Cruella era que se quería hacer un abrigo de piel de dálmata, de modo que, desde el comienzo, decidimos que para poder darle algo nuevo al público, teníamos que trastocar sus expectativas”.

El estudio eligió desde el comienzo a Emma Stone para interpretar el papel de Cruella. En ese momento, Emma Stone había sido nominada recientemente a los premios Óscar por su papel secundario en Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia) y esto ocurrió antes del estreno de La La Land: Una historia de amor, por la cual ganó el Óscar a la mejor actriz.

Emma Stone explica: “Me reuní con la gente de Disney. Estaban pensando en hacer una historia del origen de Cruella de Vil y querían saber si me interesaría. Había muchas cosas para tomar en cuenta antes de decidir si tenía sentido contar la historia de ella. Pero el personaje es tan interesante y tan embriagador, que les interesaba encontrar cuál podría ser su historia”.

Finalmente, gracias a la contribución de varias mentes creativas, se ideó una trama que reveló cómo una niña ingeniosa, Estella, llegó a convertirse en la vengativa Cruella. La mayor parte de la acción transcurre en la Londres de los años setenta, una época disruptiva en los mundos de la música y la moda debido al emergente movimiento punk. En la película, vemos su metamorfosis: de una pendenciera huérfana dickensiana se convierte en una antiheroína rebelde, ingeniosa, audaz y muy hábil. En el camino, se va conociendo a sí misma y aprende a ser sincera consigo misma. 

“CRUELLA tiene todos mis ingredientes favoritos: moda, perros y venganza”, dice la productora Kristin Burr. Y recuerda: “Desde el principio, decidimos ambientar la película en los años setenta en Londres. Fue muy interesante, porque era la primera vez que teníamos un personaje de acción real basado en una animación que íbamos a ambientar en el mundo real, y no en una tierra ficticia de cuento de hadas. Fue una oportunidad para extender los límites. Londres era el centro de la moda y la anarquía en esa época. Un paralelo extraordinario con Cruella”. 

“Cruella es una de las grandes villanas de una gran cantidad de villanos de Disney”, dice el productor nominado tres veces a los premios Óscar Marc Platt, que trabajó con Stone en La La Land: Una historia de amor y produjo las películas nominadas al Óscar a la mejor película El juicio de los 7 de Chicago y Puente de espías.

Platt agrega: “Así que cuando Emma me llamó y me preguntó si consideraría producir esta película, la propuesta me interesó de inmediato. Pensé que era un maridaje perfecto entre actriz y personaje. No puedo imaginarme otra actriz que pudiese definir el viaje de Estella a Cruella tan específica y vívidamente como Emma Stone, porque le da tanto humor, tanta agudeza, tanta exquisitez al personaje, y al mismo tiempo lo hace tan real”.

Gunn nos cuenta: “Para el personaje de Cruella, Emma Stone tiene una capacidad extraordinaria para interpretar un personaje desagradable y egoísta (como lo hizo en La favorita) y al mismo tiempo conquistar al público. Puede pasar de la maldad a lo desgarrador en cuestión de segundos. Es una actriz que hace que el público quiera que ella gane al final de la película. Tiene una habilidad impecable para el humor y realmente habita los personajes que crea, haciendo que sean todos distintos y memorables. Sabíamos que teníamos que crear algo fascinante y atemporal con Cruella”. 

“Emma Stone –dice Burr– es una de las mejores actrices de su generación. Puede hacer cualquier cosa. Punto. ¿Quién mejor para ser exquisitamente malvada y desgarradoramente empática al mismo tiempo? Y el cabello blanco y negro le queda espectacular”.

A Stone le atrajo especialmente el desafío de interpretar dos caras de un personaje.

Dice Stone: “Fue fantástico. ¿Cuánto de Cruella hay en Estella y cuánto de Estella hay en Cruella? Creo que es interesante reflexionar sobre el hecho de si Cruella es una parte de Estella o es la Estella genuina, o si fueron acontecimientos trágicos en su vida que la hicieron así, que la hicieron transformarse en Cruella. Creo que parte de lo que cuenta la historia es que todos los seres humanos tenemos todo adentro, y que podemos acceder a todas esas partes diferentes, pero que nos pasan cosas distintas a cada uno que pueden hacer que esas cosas salgan a la superficie o no. Creo que a ella le pasan una serie de cosas y que algunas están muy en lo profundo de su ser, y que ella las acepta en lugar de luchar contra ellas”.

Para dirigir CRUELLA eligieron a Craig Gillespie, cuya película más reciente fue la aclamada Yo soy Tonya, por la que Allison Janney recibió el premio Óscar a la mejor actriz secundaria, Margot Robbie fue nominada al Óscar a la mejor actriz, y Tatiana S. Riegel fue nominada al Óscar a la mejor edición.

Burr piensa que Gillespie fue una elección perfecta. “Con Yo soy Tonya, Craig demostró que sabía cómo contar la historia de una antiheroína. Su estilo enérgico y dinámico le da fuerza a la película y le da un aire genial. Craig tenía una idea ya armada para esta película desde nuestra primera reunión”.

Gillespie rememora: “Me llamó Sean Baile, director de producción de Disney, y me preguntó, ‘¿qué te parece Emma Stone para el papel de Cruella?’. Y luego agregó la ambientación en Londres en los años setenta. Y esa combinación fue irresistible para mí. Con eso me conquistó. Me sentí instantáneamente fascinado con el proyecto. Es una actriz fenomenal. Es de una versatilidad extraordinaria, y poder dirigirla a ella en esa ambientación me entusiasmó muchísimo”.

Dice Gunn: “Craig demostró en Lars y la chica real y Yo soy Tonya que sabe cómo mostrar lo humano en personas quebrantadas. Se esfuerza mucho por crear películas en las que llegamos a entender a las personas que hacen cosas que están fuera de lo considerado normal. Craig tiene un sentido del humor extravagante y sutil que se combinaba a la perfección con el mundo desequilibrado de CRUELLA”.

Platt añade: “Con Craig sentimos que podíamos tener la misma energía y el dinamismo que había llevado a Yo soy Tonya’, la elección de la música, los movimientos de cámara, su habilidad para dirigir grandes interpretaciones y jugar con el tono de la interpretación”.

Stone dice: “Había visto bastantes películas de Craig y estaba muy entusiasmada por conocerlo. En el plató, es muy divertido, con un humor muy seco, típico australiano. Tiene una energía increíble y toneladas de ideas todo el tiempo. Me divertí muchísimo trabajando con él”.

De Gillespie, Burr dice: “Es como uno de esos energizantes de cinco horas, con la diferencia de que él es así las veinticuatro horas. Siempre está pensando en cómo puede ayudar la cámara a contar la historia. Siempre está tratando de profundizar los personajes. Y le encanta la música. Durante el rodaje, montaba dos escenas juntas, le agregaba música y se la mostraba al equipo. Era muy interesante y realmente revelaba la energía de la película. Además, mantenía entusiasmados a todos, sabiendo que estaban haciendo algo fascinante”.

Dice Gillespie: “Me encantó esa danza entre el humor y el drama, y Emma (Stone) tiene muy buenos instintos tanto a nivel humorístico como dramático. No me imagino a nadie que pudiera hacerlo mejor. Es como la Lucille Ball de nuestra generación, puede hacer las dos cosas. Es un placer extraordinario para un director saber que puede hacer cualquier cosa con ella. Fue una dicha constante”.

Dice Stone: “Es interesante conocer los orígenes de Cruella, y nos divertimos mucho explorando qué la había convertido en una villana. Cómo la gente puede verse afectada por las cosas que le pasaron en la vida, y cómo pueden elegir desmoronarse bajo el peso de algo, o levantarse y tal vez, no siempre, llevarlo al lugar mejor y más ‘ético’. Es todo eso, pero al estilo Disney, de esta manera loca y desmesurada, que además tiene un montón de buena música punk de los años setenta”.

Dice Platt: “El público va a tener una fiesta visual, Londres en los años setenta, líneas de moda extraordinarias y creativas, y la energía, la diversión y la intensidad de la música de esa época. Pero la película también tiene un sorprendente lado emotivo. Es divertidísima y dinámica, pero hay momentos de gran emotividad, porque estás viendo la evolución de un personaje que se está conociendo a sí mismo, que está descubriendo sus verdaderos orígenes y que se da cuenta de la persona en la que tiene que convertirse. De modo que el público va a tener actuaciones extraordinarias, una gran historia, pero también mucha emotividad”.

Obsesionado con el movimiento punk de los setenta, Gunn siente que el personaje de Cruella es representativo de la ira de la cultura juvenil de la época y una gran oportunidad para mostrar lo difícil que debe haber sido ser mujer y un genio en una sociedad que no necesariamente respetaba a ninguno de ellos. Gunn piensa que ver a la joven Cruella romper los lazos de la sociedad y tratar de superar sus limitaciones es un tema bastante actual.

Dice Gunn: “Quería poder crear un personaje con cuya lucha se podría identificar mi hija”.